Los trenes que nos alimentan IV: El Rebelde

Como todo un adolescente me defino un buen Rebelde

Como un buen adulto lleno de responsabilidades

Ya demasiada buena letra hice junto a mi padre y mi abuelo

Porque ellos vivieron el pasado y yo bailo el presente

Irresponsable soy para el concesionario, revolucionario para el gremio

Pero más que picar boletos, patear el tablero me hace muy feliz

Nadie hace nada, a nadie le importa lo que sucede

Los gobernantes sueñan con ideas burdas y absurdas

Los concesionarios hacen y deshacen a su gusto y antojo

Los gremios hacen oídos sordos y la vista ciega

Mientras nosotros somos rehenes de unos, de otros y de un sistema perverso

A sabiendas del detrimento de nuestra fuente de trabajo

Y yo, ferroviario rebelde soy

Me defino indomable pero con causas justas

Argentinos, vengan todos a los talleres,

Vengan a ver lo que hacen los concesionarios con el dinero nuestro

Nos maltratan, nos arcabucean, nos villipendian... de todo

Nos intentan vender gato por liebre, pero se equivocan

El ferroviario raso es el termómetro para ver como funciona la cosa

Y la estabilidad laboral es la pistola que te meten en la sién

Yo, el guardatren rebelde, me sucede, pero no me la creo,

No me creo ni una de las mentiras de la concesionaria, los políticos y gremios

Porque todos tienen las narices muy largas, como Pinocho

Ustedes se van de fiesta en fiesta, hacen negociados por doquier

Mientras se dan el lujo de tenerme suspendido in eternum

Yo, el tablero seguiré pateando por siempre, señores

Y yo, ferroviario rebelde soy

Me defino indomable pero con causas justas