Te lleva unos segundos firmar este petitorio

viernes, 28 de marzo de 2008

Volver... con la frente marchita XII: Trenes en silencio

En algún rincón del planeta

Hay un país llamado Argentina

Retroceso y olvido de la historia

Que poco y nada quieren mirar

Ingleses y franceses forjaron la cultura

La cultura de unir pueblos y ciudades


Tantos fueron los años de esfuerzo

Tantas fueron las adversidades a ganar

Pero el hombre de hierro se abrió paso

Y convirtió al país en una potencia

En cada ciudad, en cada pueblo

Tiene su lugarcito de privilegio


Pero la historia otro rumbo escribió

Una tristeza ferroviaria

Pero el culpable siempre ronda

Con un nuevo cuento de cenicientas

Pero el país lloró inexorable

El vacío que provocaron los trenes


Los noventa y una orquesta globalizada

Ayudaron a hundir al país

Los trenes desaparecieron del interior

Pero nunca falta aquel oportunista

Que por promesas del momento

Quiera sacar provecho para sí mismo


Ésta rueda oportunista siempre da vueltas

Las caras son siempre las mismas

Todos prometen y prometen de a mil

Y solo uno fue el favorecido

Ay que no será la gran cosa

Pero algunos trenes salieron del silencio


Hoy por hoy queda mucho por hacer

Para volver a los mejores tiempos

Pero que en los pueblos los sueños siempre laten

Con el mágico retorno de los trenes

Que cada vez que se hace realidad

Es como haber ganado la batalla al silencio

Trenes de Honor XI: Mares agitados

En Spurr, por una causa extraña, hace mucho tiempo duermen Pinamar y Miramar. Solo saben del día y la noche, del calor y las lluvias, los mosquitos inquietos y los ingenieros a los cuales ellas calificaron irónicamente e irreverentemente de “moscas zumbantes”.

Miramar mira un periódico y Pinamar aprovecha a retocarse “algo” bajo el sol. “¿Qué haces recalentándote al sol al divino pedo?” – le pregunta Miramar con el periódico a media altura.

¿No ves? Me estoy retocando...” – le contesta Pinamar y sigue reluciéndose al sol.

No sé qué tendrá para relucir ésta... su mugriento pellejo de acero gracia” – dice Miramar y menea su cabeza.

¡La última vez que me bañe pedazo de alcornoque fue el día de la lluvia torrencial!” – contesta exaltada Pinamar.

¿Y quedaste de acero inoxidable?” – le pregunta irónicamente Miramar y da la vuelta la página al periódico.

Pinamar expone sus luces a los rayos del sol, le contesta “Y tú dime que lees...”.

No me cambies de tema Pinamar, contestame lo que te pregunté yo” – le retruca Miramar.

¡Dale boluda! ¿Qué estás leyendo?” – le pregunta Pinamar.

Justo, Miramar da vuelta la hoja del periódico y le dice “Y... la guerra de la carne, que te cierro tus empaques del exterior... emmm... los otros que hicieron quilombitos en la línea esa donde andan los gallegos”.

Mejor vé a la parte de los espectáculos” – le dice Pinamar asqueada.

Miramar sigue mirando el periódico y se detiene en una nota “Ah mira! Tengo una mejor”.

Sí, sí! ¿Cuál?” – pregunta Pinamar.

Terremoto La Fraternidad” – lee Miramar.

¿Será que ahora que todo volvió a la normalidad el sultán se dispone a provocar nuevos temblores?” – pregunta Pinamar.

¿Pero cuándo no andan latentes las amenazas de temblores?” – responde con otra pregunta Miramar.

No, lo que pasa es que los temblores están a la orden del día, pasa que hay algunos que llegan a orejas del público y... ya sabes” – dice Pinamar.

Mira. Dice: “Los gremios llegaron a un acuerdo y mañana funcionan los trenes”” – lee Miramar.

Ah, donde dice “Los gremios” deberían haber puesto “Los corruptos por definición”...” – dice Pinamar.

Sí ¿no? Qué lástima, se equivocaron los de imprenta” – dice Miramar.

Lo que pasó es que Omarcito el Sultán movió un poco los hilos, ¿viste? Y entonces casi más ata a los palos a todos los trenes” – comenta Miramar.

De veras ¿no? Porque no tenía explicación alguna ver a los médicos de la cartera laboral al ritmo de los bomberos en incendio en puerta. Pero te digo que si algo les urgía era D-E-S-T-R-A-B-A-R E-L C-O-N-F-L-I-C-T-O” – dice recalcando lo último Pinamar.

Ante esto, en vez de gritar a viva voz “¡Viva Montoya!” gritaría “¡Viva la gilada!”” – dice Miramar.

Antes que sigas... La Fraternidad ¿es gremio o sindicato?” – pregunta Pinamar.

Mira, si es para ponerlos en el rótulo de corruptos por definición, da exactamente lo mismo ser gremio o sindicato, son sinónimos” – contesta Miramar.

De veras ¿no? Pues – dice Pinamar y mira la nota del periódico – por una quincena podemos seguir durmiendo la siesta que ya les aplicaron un poco de anestesia”.

Oye... te salió redonda, podía haber sido también un matadolores... en fin, lo aceptaron” – dice Miramar.

No, lo que pasa es que lo aceptaron porque no tenían otro remedio. Es que el Doc Schuster se las traía bajo la manga” – dice Pinamar.

¡Bravo Schuster!!! ¡Este pingazo se abrió de gambas y los otros hicieron arruguetti!” – dice Miramar.

Justo en ese momento pasa un ingeniero. Miramar y Pinamar miraron solamente. “¿Harán arruguetti éstos también?” – pregunta Miramar.

No. Éstos son como los de ALL: se creen ser más papistas que el Papa” – contesta Pinamar.

Volvamos a lo nuestro... Si el problem era el Santuario de los corruptos, ¿pa qué parar medio sistema ferroca?” – pregunta Miramar con el periódico.

Qué se yo... Pero me parece que la cosa viene por ajustecito de cuentas de hace un bimestre pasado” – dice Pinamar.

Mira, dice: “Obtuvieron que la semana próxima el personal de Belgrano Cargas percibirá el 70% de la deuda, y el restante 30% unos días más adelante”” – lee Miramar.

Ah, pero por los pasajeros viene la segunda parte: la paritaria salarial, una propuesta lejana de empresas según los gremios” – comenta Pinamar.

A tiempo, pues ya la huelga estaba tipo los incendios en puerta: se había anunciado... ¿Viste? Hay bomberos para todo...” – dice Miramar.

Pero lo que se incendiaba era el funcionamiento de los trenes...” – dice Pinamar.

¿Se incendiaba o es algo que vive constantemente incendiado?” – pregunta irónicamente Miramar.

Ejem, me equivoqué. Debí haber dicho que el funcionamiento de los trenes hace ratazo vive un incendio, y me huele a que esto como que siga así, se va a tornar imparable del todo” – dice Pinamar.

Con razón, pues todavía hay algunos que siguen con el cuento de que lo que está como el orto son los salarios ferrocas, que ahora piden 1900 mangos, la próxima van a pedir el doble” – dice Miramar.

Ellos por mí que pidan, pero lo lógico sería que alguna dejara de hacerse realidad el dicho “Corruptos por definición”” – dice Pinamar.

Che, ya sabemos a quienes íba a afectar. ¿Qué hubiera sido si se hiciera efectivo?” – pregunta Miramar.

Y... empezando por casa, te puedo asegurar que ninguno se iba a inmutar por mover un trencito” – dice Pinamar.

Siguiendo por nuestros vecinos, sigo en tu mismo pronóstico que por casa Pinamar” – dice Miramar.

Por el sector de nuestros vecinos del incendio Sarmientero, van a seguir el mismo pronóstico que por casa” – dice Pinamar.

Por los lares de Fevías y la Ariadna, creo que va el mismo pronóstico” – dice Miramar.

El Sanma... es factible que siga a todos los demás” – dice Pinamar.

Ma qué... y las tierras de Urquiza como esto es jueguito donde cae una fichita, caen las demás en picada como los mercados bursátiles, seguirán bien estáticos” – dice como anunciando el presagio Miramar.

¿Y si te sorprenden con los jerárquicos haciendo mover los trenes? Me parece que ahí sí vas a tomar mate” – dice Pinamar.

Bueno, lo importante en esto es que apagaron el incendio” – dice Miramar.

¿Y por cuánto tiempo será eso?” – pregunta Pinamar.

Buena pregunta. Mientras tanto, ¿qué podemos hacer Pinamar?” – pregunta Miramar.

Y... buscar a Néstor” – dice Pinamar.


Trenes de Honor X: Santos y profanos al mismo tiempo según Elisabetta

¿Entienden cuando digo que entre nosotros, los fierros, nos entendemos? ¿Verdad? Bueno, lo que pasa es que los conocimientos limitan pero alguno va a estar listo para decir que los dichos son solo preguntas para pensar un cacho. Sean lo que sean, yo vine a hacer una apertura de cabezas, porque hasta en los ferrocas argentos pensar es una actividad que puede estar de sobra, claro, según qué empresa sea.

¿Ustedes sabían que dentro de los ferrocas argentos existen una suerte de santos y profanos al mismo tiempo? Bueno, si lo descubren ahora, no se alarmen por lo que se viene, solo va a ayudar a entender en parte lo que vivimos.

Hablemos de nosotros mismos. Me refiero a Ferrobaires. Es que ahí, existe un santo, perdón, mejor dicho, existió uno que tal vez se las quiso dar de santo, pero resultó siendo un profano. Hablo de Alberto Trezza. ¿De dónde salió? De FA, era empleado. Cómo será que siendo un simple empleado descubrió que la actividad sindical podía darle algún rédito extra, qué mejor que hacer sindicalismo en la era FA. Hasta acá, nada del otro mundo. Pero con la llegada del Alienígena, vaya uno a saber cómo hizo, pero la cuestión es que saltó de ser un sindicalista a interventor. Casi nada, mejor es pensar con qué clase de uñas se agarró para llegar hasta ahí. Yo dije uñas pero según las malas lenguas, dicen, que metió sus dedos en la lata, se quedó con un vuelto ajeno y, sigamos en las malas lenguas, le pegaron una patada en el culo como quién se la pega a un pichicho. Más o menos como alguno grita enojado “¡Juira perro!”. Algo así.

Pero sigamos con Trezza. Después que le pegaron la patada en el culo como un perro, decidió hacer una suerte de retiro espiritual, un poco de medición espiritista y, como sus sesos echaron un poco de humo, trascribió sus ideas a un borrador. ¿Ustedes creen que Trezza es un chico de buena ley? Ejem... lo que pasó es que salió disparando del retiro espiritual que hizo en su casa de Lomas de Zamora y le tocó el timbre a Harry. Claro, Harry lo salió a recibir a la puerta de su castillo y, él con su “Estamos condenados al exit”, Trezza aprovechó la ocasión para comunicarle su idea. Entonces Harry dijo “Esta noche los quiero a todos los de la barra, los chicos Toledo, los del barrio y la joda... el resto me ocupo yo”. Entonces Trezza regresó a su casa, y en su escritorio acomodó un poco todo el garabaterío y regresó a la hora pautada al castillo de Harry. Esperen... aclaremos que ellos no viven a años luz, viven ahí nomás, a la vuelta de la vía.

Cuando Harry le dio permiso a Trezza de abrir la boca, éste dijo “FA ya fue, pero podemos seguir los mismos esquemas con una Unidad en la provincia”. Claro, al escuchar esto, Harry y los demás abrieron los ojos, alguno alcanzó a decir “¡Epa! Esta suena anillo al dedo”. Cierto, pero lo verdadero en esto era cuánto estaban por echarse a los bolsillos.

Puesto que sabemos cómo se extinguió FA, así surgió ésta Unidad. Ya sabemos su evolución, pero como toda cosa, el entretelón casi nunca sale a la luz. Si existe algún argentino con inteligencia y sentido común, se habrá preguntado si estaban limpios de cargos y culpas. Grave error, todos son cortaditos por la misma tijera.

Ya Trezza había inventado la Ferrobaires y ahora lo teníamos en el mando. Pero llegó un momento en el cual, vaya uno a saber, le movieron los zócalos y, entonces, para seguir en el negocio de los curros, inventó otra cosita: una Fundación Ferroca. Pero claro, cuando Harry llegó a Balcarce 50, Trezza llegó a la Subsectranfer –o algo por el estilo-, metió gente de la suya. Mientras Harry y el Pingüino mantenían relaciones carnales, el segundo de Trezza, Guardo, bravo. Cuando esas relaciones hicieron ¡crack! Guardo descubrió que era hora de hacerse pingüinista hasta la médula espinal.

Y llegaron los quilombos. Mientras entre Guardo y Trezza había cortocircuítos, otro que apareció para no ser menos, Condorí. Claro, ya Trezza estaba afuera de la Unidad, pero Condorí es el mandamás de prensa allí... casi nada, chupamedias y alcahuetón de Trezza. Si tenía que haber más calificativos para él, venga éste otro: mentiroso empedernido.

Si creen que Condorí es un santo, no, también es un profano. Mejor salgamos de la Ferrobaires y metamos las narices en una historia con ribetes novelescos, aquella rementada del Tucumano. Dicen, los atrevidos que se atreven a contar todo, hay para tener, guardar y archivar. Al finalizar periodo de TUFESA, el gerente aquí en la Baires, Hugo Gómez se le ocurre una: inventar la NORFE para seguir con el negocio ferroviario. Hasta acá, todo le salió bien: ganó la concesión... pero pa’ qué le vi’a contar cuando entró al ruedo Condorí.

Lo malo en esto fue que la no adjudicación inmediata, pero si algo debía embarrar la cancha, era que Condorí se mandara la verdura de que el operador sería TBA... aunque si otra cosa faltaba completar la cuestión, es que un empleado de esos que uno no sabe de dónde salieron, le chifla la idea de Gómez al dueño de un ingenio. Y si con algo había que seguir el remate, venga la frutilla del postre: el dueño del ingenio tucumano tiene a su primo como ministro de transportes en la provincia. Ahora queda por saber ¿Y qué sucedió con Hugo Gómez? Ya desde el momento que Condorí embarró la cancha y el otro la reventó con la venta de la idea, Hugo Gómez quedó de nock out técnico y, éstos buenos muchachos, inventaron la NOAF, tan conocida como NOA Ferrocarriles, ligan la concesión pero ¡no se presentaron en la licitación! Pero, pero, ¿saben algo? También había riña en el cuadrilátero tucumano: en un rincón tenemos al ministro de economía y en otro, al de transporte, enfrentados.

Uno de ellos va a la gobernación tucumana y verá cómo vencer al otro. Y nos queda éste otro: Di Módica. ¿O será que Di Módica no corta ni pincha? Me parece que el Jardín cuando se estancó en Buenos Aires, era más factible echarle las culpas a la interna peronista de Tucumán que a Di Módica y sus rodillos de pintura antióxida.

¿Ven que nuestras ferrocas están llenos de santos y profanos? Menos mal que existe un número considerable que no tienen ni noción de éstas atrocidades, así seguimos durmiendo tranquilos. Pero a estos tipos jamás los veremos en Delitos Complejos.

Trenes de Honor IX: El fin y el inicio de una nueva historia según Mardel V

Demos una vuelta de tuercas y volvamos otra vez con ésta historia llamada San martín, incendio Sarmientero generalizado. Dicen, aquellos que hablan a todos los vientos, que en la historia hay títulos que se reciclan como papel barato, lamento decirles en la jeta de quien sea, que el Sanma es una de ella. Ya hemos reciclado títulos como la era electrificadora, los chinacos de la China Town, la extinta Metropoligarcha y ahora la UGOFESA, viven dando vueltas de páginas pero al final son el típico “Más de lo mismo”.

Hace más de una década decíamos que la era Ferrocarriles Argentinos era el desastre personificado y entonces apareció la patilla más gorda de América, Calitos I, que tuvo la mejor ocurrencia que seguir las sugerencias de los Vaqueros del Norte y, concesionó esta línea como todas las demás.

Por 1994 desembarcó Metropoligarcha y parece que durante tanto tiempo se hizo un silencio generalizado por todos lados. Me parece que el cuento de la malísima calidad de viaje viene de años luz, yo pregunto ¿nadie controlaba ni veía nada?

Pero los recambios políticos traen movidas. Bien sabemos de la asunción de Naaby y la resurrección de los defensores del obrero, catalogados como “Corruptos por definición”. Era hiper común que si la semana tenía 5 días hábiles, en uno hubiera una pequeña huelguita con el cuento de beneficiar al público y el resto por los salarios. Lamento decir que la calidad de viaje seguía siendo la misma.

Pero voy a volver unos añitos atrás. En el entretelón, el Alienígena no tuvo mejor ocurrencia que alquilar unas locos para compra a futuro. Uno no sabe a dónde jue a parar la guitarra para el alquiler, la guardaron por Caimán hasta que un buen día ellas cayeron presas y eso aumentó el incendio en el Sanma.

Otra vez regreso, Naaby fue echado a las patadas, las locos guardadas y el incendio seguía dando vueltas. El Payasito Fernandito se empecinaba en decir que trataban de mejorar la calidad de viaje pero eso era en su país, pues en el mío eso va más lejos que nunca. Ya sabemos la era en que no había auxilio que resistiera en pie y viajar ahí, con el recorrido completo a tiempo, era toda una lotería. Eso sí, Metropoligarcha seguía ahí, bien atornilladito.

Y el 2004 fue el año del incendio total. Mientras teníamos a la prensa acaparando miles de espacios con críticas al Sanma y al Payasito Fernandito haciendo arduos esfuerzos por tranquilizarlos, las escenas montadas estaban a la orden del día. Hasta que por ahí se deslizó el cuento del encierro. Como un flanazo, vino este Pingüino con su rebelión aparatosa de hacer rodar los trenes y puso la tarra para sacar del encierro a las locos. Con eso ya podíamos tranquilizarnos de que íbamos a viajar mejor, error, eso seguía siendo la misma tragedia de siempre. Nuevamente el Héroe ferroviario de los mocasines con forma de Pingüino volvió a patear el tablero pero para rajar al carajo a Metropoligarcha. Resistencias de un lado, resistencias del otro, la cuestión es que dejaron bien patente su sello.

Pero desembarcó la UGOFESA. Las mejoras, si hay que decir algo, no fueron ni son tampoco “ni chicha ni limonada”. La gente sigue colgada, los trenes abarrotados... eso sí: qué nadie se escape sin su boleto. ¿Será que son los fantasmas de la extinta Metropoligarcha dando vueltas que provocan esta tragedia? Todo es posible.

Y se dijo de la electrificación, de una versión chinaca del Sanma... Yo sí tengo algo por decir: ¿terminará el flanazo alguna vez en esa línea?

Trenes de Honor VIII: 1º de Marzo

Trenes de Honor VIII: 1º de Marzo


Capítulo I: De la memoria lastimada


Luciana Belén, Marina, La Chabona, Odiseo e Ingrid viajan por el túnel del tiempo y del espacio.

Haedo, 1º de marzo del 2006...

Chabona... mirá donde caímos” – dice con cara de sorpresa Luciana Belén.

Niii... ¿Por qué Luchi?” – pregunta La Chabona a Luciana Belén.

Porque esto me huele a estar viviendo la batalla campal...” – se apura a contestar antes Marina.

En el túnel del tiempo...

Haedo, 1º de noviembre del 2005...

Che... ¿ustedes tienen idea de dónde nos hemos metido?” – pregunta Marina a las demás.

Sí. Estamos en Haedo, en el medio del incendio” – contesta Odiseo.

Miren...” – dice Ingrid y señala el sector donde el tren permanece estacionado y los pasajeros protestando.

No, pero eso es la protesta matutina, son los pasajeros calientes con TBA, ya ni hace falta aclarar los motivos” – dice La Chabona.

En el medio de la protesta de los pasajeros, un grupo de vándalos empieza a hacer destrozos.

Che... ¿Y éstos de cara tapada?” – pregunta Ingrid.

¡Qué se yo de dónde salieron!” – contesta Marina.

¡Paren chicas....... están incendiando toooodoooo!!!!” – grita Odiseo.

¿En qué te hace pensar en eso Odiseo?” – pregunta Ingrid.

¡Date vuelta y mira!” – contesta Odiseo.

Ingrid y Luciana Belén se dan vuelta y miran las formaciones ardiendo vorazmente.

¿Alguien sabe el número de los bomberos?” – pregunta Ingrid.

Los bomberos están, por ahí, alguien los llamó” – contesta La Chabona.

Y el incendio sigue...

¡Qué esperan para apagar el fuego!” – dice Marina.

Yo diría que hay dos cosas por hacer: una, apagar el fuego” – dice La Chabona.

¡¿Y la otra?!” – pregunta Odiseo.

Los musculosos así se los llevan a todos” – contesta Luciana Belén.

Entonces... ¡¿Qué esperan para hacer ambas cosas?!” – pregunta Ingrid.

¿Qué esperan?... Empezar” – contesta sueltamente Marina.

Los vándalos empiezan a tirar con piedras...

Oigan...” – dice La Chabona.

¿Qué?” – preguntan Marina y Odiseo.

Rajemos de acá, esto está muy espeso” – advierte La Chabona.

¿Para qué? Ya los musculosos están haciendo su tarea. Fíjate que a la comisaria de la Morón fueron a parar” – contesta Luciana Belén.

Sí, claro. Luego los van a soltar por un hachepe, o por un noseque” – dice Ingrid.

Mediatarde. La situación en la estación Haedo está controlada. Ellas van a explorar el campo de batalla.

No puedo creer...” – menea la cabeza Odiseo.

Te cueste o no, recién estuvimos en medio del infierno” – dice Marina.

Che... ¿Y los trenes?” – pregunta Marina a La Chabona.

Ah no... espera unas horas más... por ahora, ese elemento no existe” – dice La Chabona.

Y estáticas miran los andenes donde el fuego arrasó con paredes y techos, boleterías y negocios. Solo Luciana Belén se atrevió a llegar hasta el paso a nivel de la avenida Rivadavia “Parece que acá hubieran combatido, pero lo más increíble es que esto así, parece que hubo una siembra de proyectiles”.

Al paso a nivel llega Marina “Luciana... más allá de todo, lo doloroso es el atropello a la memoria centenaria”.

En el sector de los andenes, Ingrid le dice a La Chabona “¿De donde habrán salido éstos loquitos exaltados?”.

Todavía le dices “loquitos exaltados” a esos inadaptados... bueno, de una forma hay que darles nombre... Qué se yo... no lo sé” – contesta La Chabona.

¿Y no se pudo haber atajado antes?” – pregunta Odiseo.

Chicas... esa pregunta les diré que... mmm... que lamentablemente, no tiene respuesta” – contesta la Chabona.

Y por esa pregunta, un grupo de vecinos que hacían un abrazo simbólico a la estación, les dijeron “¡Esa pregunta no tiene respuesta!”.

Otra vez vuelven al túnel del tiempo...

Haedo, 1º de marzo del 2006...

Haedo... tapiada” – dice Odiseo.

¿Qué suena el lugar?” – pregunta La Chabona.

Y... mira. Pasaron justamente 4 meses de la barbarie y... y... ¡Y nada cambió!” – increpa Odiseo.

Bien dijiste negra: “Nada cambió”” – aclara Ingrid.

Solo algo cambio” – dice Luciana Belén.

¿Qué?” – pregunta Marina.

Ya firmaron el acuerdo para restaurar la estación” – dice Luciana Belén.

No se preocupen... total, con estos puercos de TBA arreglándola, es efectivo que a Cirigliano hay que apodarlo Lavagna” – dice La Chabona.

¿Por qué? – pregunta Marina.

Porque no le arrancan un mango... ¡Ni con cirugía!” – dice La Chabona.


Capítulo II: El día del Ferroviario


En el galpón en Escalada, ellas viven así su día en el ferrocarril.

Bueno chicas... llegamos al momento más ansiado por ustedes. Ella, es quien hace que semana tras semana estemos dando vueltas por todas partes y molestando a todos sin asco. Es la viva voz de la irreverencia más absoluta dentro de los rieles. No hace demasiado, ya le cantamos las 40 y hoy, volvemos por más” – anuncia Elisabetta ante sus hermanas.

Gracias por visitarnos de vuelta” – dice Mardel.

Siempre las visito”.

En éste día tan especial” – dice Doris.

Hay tantos días especiales...”.

¿Qué es el ferrocarril?” – dice Evelina.

¿Como sistema funcando o como la viva corrupción dando vueltas?”.

Sistema funcando” – dice Evelina.

¡Un desastre universal!”.

¿Y la viva corrupción dando vueltas?” – dice Monte Caseros.

Risas. Silencio por unos segundos. “Digamos que otro desastre tan universal como el anterior”.

¿Te consideran ferroviaria?” – dice Laprida.

¿Crees en eso?”.

Pero como sos parte del mundo de los rieles...” – dice Remedios.

Yo soy parte del mundo de los rieles pero de los rieles para afuera”.

Entonces también sos ferroviaria” – dice Cecilia.

Puede ser. Pero soy de otro calibre”.

“Sí, se nota. Casi como si dentro de los rieles estuviera dando vueltas el mismísimo Saint Exúpery” – dice Bolívar.

Yo puedo asegurar que si yo misma tuviera mi humanidad trabajando al servicio de los trenes, puedo causar un estrago muy grande”.

“Uy! A varios se les va a quemar la lámpara ¿verdad?” – dice Carlota.

Desgraciadamente varios tienen el cerebro quemado, otros tienen ciertas piezas atrofiadas”.

“Claro, claro. ¿Te consideras peligrosa adentro de los rieles?” – dice María Elena.

¡Y cómo!”.

“¿Hasta qué punto?” – pregunta Sol.

Hasta el punto que podría escribir una suerte de Inrokuptibles dentro del lugar de trabajo”.

“¿Por qué crees que escribir un Inrokuptibles del lugar de trabajo puede llegar a ser una molestia?” – pregunta Altamirano.

Porque los buenos cerebros molestan ¿No es cierto? Entonces, a varios no les conviene que dentro del sistema ferroviario haya buenos cerebros dando vueltas, son escombros: donde están, molestan. Y hay que sacarlos como la basura y enviarlos al basurero”.

“Entendido. ¿Pero el Inrokuptibles podría ser un buen libro de enseñanzas?” – dice Patagones.

Puede ser, pero cuando uno cierra la cabeza, mejor, déjalo. Pero más habría que temer a que hubiera un alguien desnudando las trastadas de los superiores, o de simples gremialistas que nunca pierden la ocasión de hacerte perder la cabeza”.

“Certeza de que tú misma como ferroviaria en ciertos aspectos, eres tan peligrosa como una GT-22” – dice Camarero Mansilla.

Cualquier loco es peligrosa muñeca”.

“El ambiente ferroca según tú ¿Existen matices y ribetes novelescos?” – dice Julieta.

Hay de todo y con todo. Las peleas gremialistas están presentes siempre, a toda hora y en todo lugar, lo que pasa es que el común del público no siempre se entera, o se entera de la minúscula parte de las peleas gremiales. Entonces, ¿cómo no hablar de ribetes novelescos? Mira, hasta la última vez que el Jardín se estacó en Buenos Aires, hasta la política estaba en el medio”.

“¿Hay matices?” – dice Camila.

¿Si fuesen claroscuros?”.

“Apartando esto. ¿Probaste suerte aún así?” – dice Patricia.

Sí, lo he hecho. Pero actualmente considero que sería extremadamente suicida pedir trabajo en las empresas cuando yo misma les vivo dando palos y palos”.

“Mujer... estamos en democracia!” – dice Sierra de la Ventana.

Pero marche preso”.

“¿Seguiremos en el baile?” – dice Vega.

Obvio! Éste baile le encanta a todos y se hace así!!!!”.

“Muchas gracias por visitarnos” – dice Viviana.

De nada, ustedes se lo merecen”.

Trenes de Honor VII: El fin y el inicio de una nueva historia según Mardel IV

Bueno señores, bienvenidos a un nuevo capítulo de nuestra historia ferroca argenta... como bien dice el título, a esta altura sabemos de quién podemos estar hablando. Pero como en esa línea nunca paran de dar tumbas carneros, pues si dieron 1000, que den uno más haría el mil uno. Basta de pavadas, ahora voy a hablar no de la versión chinaca, sino la versión ¿eléctrica? A ver si aprendemos algo.

Hace tantos años como se pueda hacer un retroceso en la historia argenta, en especial, ferroca, dicen, quienes existían y se atreven también, que hace algo así como 40 piruletes ciertos sujetos dejaron una tarea pendiente. Dirán ¿Pero qué tarea no hay pendiente? Verán, hay mucho pendiente, pero más allá del cuento de que a Illia la CGT le tiraba tortugas porque ellos nos llevaron rápido pa´l cara... melo, alguno de esos propuso la electrificación del Sanma.

Dicen, quienes solo saben de miradas superficiales, que el Sanma es el único ferroca de la versión trocha ancha sin electrificar. Claro, yo conozco trenes eléctricos, pero me parece que ningún tren eléctrico tiene tanto tiempo de viaje como pretenden hacer con éste, más si tenemos en cuenta que viajar hasta Pilar consume 1 hora y 25 minutos.

Pero veamos nuestra historia. Arranquemos nuestra cuenta en la década sesentista, cuando alguna vez los ingenieros de la estatal FA quemaron un poco de sesos y se les ocurrió un “Plan Maestro” para hacer una especie de super modernización metropolitana. Ahora, ¿vieron que todas las cosas siempre son maestras, magistrales, o como sea? Pero de ahí a que lo sean...

Por eso ahora doy un per saltum y aparezco en la década de los 70. Casi nada, los rusos y los yanquis en plena Guerra Fría, los milicos dando vueltas en cuarteles y calles, el viejo que vino para mostrar que debajo de las arrugas tenía ese cacho de cuero y quiero, y justo venía a mostrarlo en vivo y en directo. En el mundo de los rieles, quién los llamó no se sabe, la cuestión es que aterrizaron un grupito de especialistas rusos y se internaron por un año en el país. ¿Qué hicieron? Dicen, que hicieron un voluminoso estudio de factibilidad de obras ferrocas. Cómo será que fue bueno que hoy más de 30 pirulos después, los tenemos latentes.

Ahora me cuelo por un intersticio y llegué a la década de los 80. Con los milicos bien instaladitos – no voy a hablar de eso, mejor ni recordarlo ¿no? – en el mundo rielero las inversiones electrificadoras fueron al... Roca. ¿Y el Sanma? Bien, gracias.

Pego un nuevo per saltum más y llego a la era de... de... bueno, vamos a decir ala era de Exterminator. Lo que pasa es que algunos hacían versiones, por ejemplo, dicen que Martínez de Hoz fue un exterminador, y Mingo lo va por la versión II (Porque ya hubo una I, pero hay una III en el siglo XXI). Primero que nada, todos se llenan la boca hablando de la privatización ferroca pero les aseguro que es una mentira tan grande como una casa: los ferrocas dieron en concesión la parte administrativa, lo demás es del estado. Pero volviendo al tema, nuevamente afloraron los proyectos electrificadores.

La cuestión es que si con algo había que reventar del todo al país (Antes de que lo terminara de hacer pomada Naaby) la patilla más gorda de América, hablemos de Carlos Saúl II – Tato Bores habló de Carlos Saúl I – con su equipo renegoció el contrato y tuvieron la genial ocurrencia de adelantar las obras de electrificación, aunque, aunque... aunque eso sí: señor pasajero, prepárese porque detrás de ese proyecto, venían unas medidas saladitas para su bolsillo.

Hasta acá, la ocurrencia, bien. Pero como toda cosa en éste bendito país, se pudrió. Lo que pasó es que en el 2001 a los trenes les declararon el default por vaciamiento económico generalizado. Es que la mitad más uno directamente ya estaban viviendo la era perdida, es decir, bien en el fondo del mar... Volviendo... gracias al default la electrificación se fue a dormir solita a los cajones a esperar... y esperar... y de paso cambiaso, llenarse bien de polvito. Pero esperen, que si eso era todo, es porque tal vez no prestaron mucha atención a cuando Harry Despellotter los declaró “en emergencia” y entonces, invertir en infraestructura, era todo un logro porque en manos del Estado, pedir eso es pedir un milagro al Altísimo. Pero no se preocupen, total, Harry con eso nos empezaba a acostumbrar a su cuentito del “Estamos condenados al exit”.

Harry se las piró, y ahora vino éste Pingüino aparatoso. Ya sabemos que en ese entonces, la Verde Metropoligarcha estaba sufriendo una serie de tifones que parecían estarlo condenando al final, cosa que de hecho sucedió. Cuando los muchachos de la Verde se las piraron, porque el Pingüino aparatoso del Sur les pegó una patada en culo, ¿adivinen qué afloró del fondo? Bien!!! El asunto de la electrificación. Esto les aseguro que es como todos los recambios políticos, sobre todo presidenciales.

En fin, recordemos un poquito la cuestión: con la electrificación dando vueltas, nos vinieron con el cuento de un acuerdo con el BID – “Esh másh o menosh que acordar con el FMI” – dice Fati – pero bien sabemos que aparecieron los chinacos de la China Town con el cuentito de los recursos y la tecnología. Como si no tuviésemos cuentos chinos como pa´ tirar manteca al techo, otro cuento más de la financiación con un proyecto ferrourbanístico.

¿Saben algo? Miren, hoy por hoy, si vamos a revolver recuerdos, tenemos de todos calibres. Pues verán que a lo largo de nuestra ignorada historia argenta han pasado políticos y políticos haciendo planes, proyectos y muchas promesas más que al final todas terminan licuadas como promesa electoral, pero mientras tanto, los trenes seguimos esperando que algún día ésta buena gentuza deje de hacer planeos ambicionistas y se pongan las pilas de una güena vez por todas y las empiecen a ejecutar, así por una vez en sus vidas, podemos creerles algo. Pero en tanto ustedes sigan así, yo aquí voy a estar todo el tiempo que sea posible para molestar, porque ¿quieren que les diga algo? Aún no hemos terminado de descarrilar así que por el momento puedo asegurarles algo: menos mal que los argentinos están pensando en el inicio de clases, así los tenemos distraídos con el asunto de la búsqueda de útiles y uniformes escolares y entonces es más fácil decir que la culpa puede llegar a tenerla Doña Felisa – porque el FMI ya pasó a la historia – así seguimos durmiendo tranquilos. Y a esta historia no le veremos final jamás.

El Ventilador VI

Unos chapotean... otros se lucen – TT01


Supongo que todos están hiper enterados de lo que sucede allá por la Salta La Linda ¿no? Que bien, no es porque ya esté por regresar el trenchucho de las nubes, pues eso va en cámara lenta, aunque ésta también va más que en cámara lentísima, tan lentísima que hasta se podría llegar a pensar en la dejadez de ciertos sujetos, allá, en la Baires. Los días pasan y pasan y desde que tengo uso de razón, en el río Seco el puente se cayó y ahí recae la dejadez: desde entonces, la gente pareciera que en vez de atravesar un río, viene a hacer un campamento de semi boy scouts a la vera de la ruta. Pero tranqui, que si había que calmar un poquito los ánimos, vaya uno a saber qué cerebro tuvo la idiota ocurrencia de hacer un terraplén en el río y cómo eso fue lo que duró. Pero... pero... pero nunca aquel que sea amante de los deportes extremos y entonces decidió arriesgarse a cruzar el río igual... pero si debía haber más amantes de los deportes extremos, otros hacían la travesía de cruzar el río por las vías del ferroca Belgrano. Y ya que estamos en las vías del ferroca Belgrano, en hora buena se acordaron que los trenes podían hacer algo por esa gente: vaya uno a saber de dónde salieron esos coches motores que dan vueltas por ese puente, pero la verdad, están cumpliendo su cometido para los que se los llamó. Solo un mero y sencillo comentario al respecto: gracias a Calitos, en la Argentina los trenes no existen.


Las chicas de Moreno y Mercho – Flor


Más allá de toda las movidas de TBA, mucho bla bla, y que se yo, por los lares de Moreno algunos llegaron para hacer frente al incendio Sarmientero. Amén de quienes damos vueltas a diario ese ramal, alguien nuevo ha llegado: la 662. Dicen, las voces que se atreven a chiflar, que la 662 salió reparada de Pérez aunque como muchos, nada del otro mundo. Pero para otros, no se sabe si fue a Pérez a una reparación o solo a tomar un largo descanso, porque los humos los sigue despidiendo igual, aunque todavía no dijeron qué color eran. Y siguiendo con las chicas de Mercho, la 659 hizo de las suyas: ingresó a la estación sin el faro delantero pero la pregunta que late es: ¿funcaba el faro delantero o el conductor no tuvo muchas ganas de encenderlo? Miren, tratándose de esta gente, todo es posible. Por ahora, solo me resta decir algo: si desean una forma elegante de apodar a Roteque Cirigliano, venga ésta: Lavagna... ¿Por? Porque no le arrancan un mango ni con cirugía.


Ataque de chanes – Mónica


¿Lo vieron? ¿Lo notaron? ¿O no advirtieron aún todavía? No se preocupen, no se desesperen, no se alteren porque ahora los chanes están atacando!!!! Claro, es que unas dicen los monitos cariocas pero yo voy a hablar de chanes cariocas, para que varios se despisten. Volviendo... parece que se viene un nuevo capítulo de la tracción diésel gracias a que los chanes con su olfato recogieron varios cobres por los parques que dieron vueltas y entonces depositaron los cobres en la Gerencia de la Mecánica, para que los muchachos pudiesen seguir trabajando en la recuperación tractiva. Dicen, están aquellos que largan de todo, que las locos tenían tantos años como Matusalém, aunque solamente no comprendo eso de “flota de última generación” si los lustros ganan por goleada... Pero con aquellos que tienen tantos años como Matusalém, lo que complicó el asuntito fue la búsqueda de tesoros tanto fronteras adentro como afuera. Y si algo debía rematarla, era que algunas no sabían de la marcha hace varios lustros!!! No importa, mientras los chanes están al ataque de la chatarra desmantelada, otros llegan a salvar las papas del fuego. Veamos si nuestros chanes consiguen el propósito de coronarse como “Los imbatibles del año”.


Ataque de chanes II – María


Ya explicó mi hermana Moni como empezó el ataque de nuestros chanes... bueno, por los talleres las operaciones estaban a todo vapor, si ellas incluían recambios por tuti y di cuanti... limpieza incluida, pintura para no dejar rastros de piojos extintos... montajes, puesta en marcha de mil peringundines más y etc., etc. Pero si el ataque debía seguir de una forma, la llegada de las GT que de alguna forma tratarán de ver cómo tratan de ganarse la nuestras hermanas GT-22 que yiran por nuestros pagos... ahora, una cosita: si las GT son locos pesadas... ¿cómo harán para pasar por las vías hechas bolsa? ¿O tal vez les pedirán un consejo técnico a las ALCO de NCA que atraviesan la belleza serrana porque saben de taquito como caminar sobre vías sin durmientes? Me parece que como dijo por ahí Ingrid “Pronto las veremos dando tantos tumbos como sus colegas vagones”. Las llantas... veamos a las FPD-9, ellas tienen la receta sobre como funcionar con ellas reventadas.

Cuentos de Alcoba V: La dama y la locomotora según Lanús

Nota: Realidad


Entre mis hermanas que pululamos en la Unidad, podemos decir que frecuentamos muy a menudo personas y, porque no hasta también, personajes. Podría estar refiriendo a los pasajeros que corren para que no los dejemos, a todos los ferroviarios que andan atrás nuestro por un motivo u otro... o algún amante que tiene ganas de, simplemente, llevarse un recuerdo nuestro. Porque todo es posible.

Una chica de tez morena, cabellos castaños ocultos bajo un pochito verde y blanco, vestida con un pantalón de gabardina y una chomba blanca, con una zapatillas azules. Así lucía ella.

El maquinista sería el supervisor, con su clásica ropa de ferroviario. Con la complicidad, toda la noche dormiría con el recuerdo de ver a la dama acariciando a la locomotora.

¿Debe existir algún prejuicio para que no haya damas acariciando locomotoras? Vaya uno a saberlo, pero es una pregunta que pasa a ser una incógnita. Todavía no acertamos a saber porque.

El tren llegó a la estación, donde se hizo el relevo. Era imposible pedir que hiciera la maniobra. Era hora de ver cómo lo hacía aquel maquinista experimentado. Tal vez, porque su oficio lo sabe de taquito. Porque conoce hasta el punto y coma de su trabajo. Y sabe hasta el último detalle del recorrido, tranquilo y campestre, de solo unos 45 minutos.

El sol caía a plomo en aquella tarde tranquila. Nada perturbaba aquel viaje tan tranquilo y apacible. La naturaleza se lucía ante la luz del día, de la misma forma que se luce en la noche, con la diferencia de poder apreciarla mejor.

¿Qué palabras podían intercambiar entre aquel maquinista supervisor y aquella dama novata? Cualesquiera fueran, hasta los comentarios futboleros son válidos.

Hasta que aquel maquinista supervisor dejó que aquella dama acariciara a la locomotora tan baqueteada por los viajes. ¿Y el socio qué habrá pensado? Seguramente lo que vió ese día no lo olvidará nunca, a lo mejor todavía debe seguir pensando en lo que vió ese día.

¿Fue un sueño hecho realidad? No sé si tanto como eso, pero fue haber sentido la tierna caricia de una dama hacia una chica de hierro. ¿Qué habrá sentido aquella G-22 que tuvo el placer de verla por primera vez? En su naturaleza tan salvaje, seguramente estallaría de sinceridad al pedir que si los ingenieros encomendaran el oficio de maquinista a las verdaderas damas ¿será que gana la creencia popular de que ellas hacen las cosas con más conciencia?

Diré que las G-22 que tuvieron el placer de encomendarse a ella, habrán sentido por un momento el alivio de vivir el trajín diario... más una vez una de ellas mostró algo de su naturaleza tan salvaje... le advirtió con sus hociqueos, tirones de riendas y varios corcoveos que tuviera cuidado con ella... ¡Y el maquinista supervisor sabía sobre su funcionamiento!

¿Querrán los maquinistas que haya damas con las locomotoras? Una encuesta dirá todo, pero parte de ello acabaría el día en que la sociedad deje de lado los prejuicios “masculinistas” (Porque la otra palabra prefiero no usarla, es un poco más vulgar).

Cualquiera de nosotras amamos que viniera aquella dama con sus manitos tan tiernas a tomar los controles. No importa qué tarea sea, aunque la más pequeñita, pero nuestro es el deseo de verla en vivo y en directo. Ellas sufren el baqueteo roquero pero nuestro es el derecho de tenerla delante nuestro, a bordo de la cabina. Pero... pero... pero el derecho puede ser nuestro, puede ser nuestro aquel derecho, porque por delante puede haber una orden que coarte en forma tajante encomendarnos a ella.

Ojalá que algún día, de algún mes, de algún año y, de algún siglo también, en algún lugar, pero más lo quiero para mi país, ver damas acariciando locomotoras y en serio. ¿Será realidad? Esperemos que sí...

Volver... con la frente marchita IV: Historia solo hay una

Nota: De una historia real


Allá en el Chaco, los días pasan

Entre el sol y los chaparrones

La humedad se evapora en la impenetrable Resistencia.

En la existencia del sistema belgraniano

Que solo agrupa los últimos requechos.

De la vía Vera y Tostado

De par en par eran las frecuencias semanales

Para saber del último abandono técnico.


Más allá de todo, todo era igual

Un confort nulo... y viajes sin final

Hasta cortar todo enlace con Buenos Aires.

Selecciones de un lado, transferencias del otro

Pero el deterioro y el abandono... van a la cabeza.

Sorpresa, fastidio... indiferencia, desesperación

Reacciones ante la marginalidad

Impotencia, incapacidad... Fantasías electorales.


Un alrededor en el suelo

Deterioro e inoperatividad... recursos inexistentes

Así Chaco hizo frente al problema ferroviario.

Recuperar y empezar casi de cero

Esfuerzo doble más que la destrucción.

Esos coches motrices ansiaron

Las ilusiones desparramadas desde Vera

Con un básico de necesidades más que normal.


A Taco Pozo, su aniversario podía ser uno

El recuerdo del 18 de marzo, del año 1998

Un acuerdo con la carguera, un tren inaugural.

Pero a último momento, hubo un No de la carguera

Las lluvias perjudicaron mucho sus vías.

Trenes de espera, algunos descarrilados,

Revisiones técnicas muy básicas, arreglos por encima

Sin saber, que un carguero tendría una sorpresa.


El carguero de la 7744, un viaje tan normal

Luna completa, noche de bichitos bailarines.

Repentinamente, en silencio se deslizo

A Taco Pozo llamó con su bocina

Y la sorpresa ahí... aguardaba.

En el andén, en las vías,

Aplausos y exclamaciones de un pueblo entero

En su día especial, la visita de un tren.


Tras la detención... entre la multitud

Operarios y pobladores se lucen ante su gran amigo

Hasta cae una florcita, lloran lágrimas de emoción

Y hasta no falto aquel “No es el tren”.

No importaba, solo importaba una cosa:

Expresar las emociones, desde el fondo del alma

Ante la insensibilidad de gobernantes y funcionarios

Que juegan con sus expectativas.

Cuentos de alcoba III: Con el asesino en las nucas

Nota: Cualquier semejanza con la realidad es pura casualidad


Un día de abril de 1996, Ángel Fiore entró corriendo en la oficina de personal, en Ezeiza, y a los gritos clamó ayuda para controlar a un ex compañero del ferrocarril, Adrián Rocha, quien cargaba con un retiro obligatorio ya hacía casi cuatro años:

- ¡Salvador Dimitre, ya esto está tornándose insostenible! Es imposible pedirle que se controle. Rompe a pedradas todo lo que tiene a su alcance, les da de golpizas a cuanto ferroviario encuentra a su paso... Y... y... y si llego a llamar a la policía, me amenazó con matarme a mí... Los otros días, también amenazó de muerte a mi familia. Ya no sé cómo actuar... Mira, hace un mes había desaparecido un chico que trabaja en Ferrosur ¿No recuerdas? Bueno, ese chico que estaba en la playa de Llavallol, lo mató y me lo contó como si tomara un vaso de agua... Me contó detalle por detalle, que lo degolló, dejando que se desangre, y mientras sucedía eso, dijo que le había arrancado los ojos y después tiró su cuerpo en un arroyo por Temperley...

Salvador Dimitre quedó duro y mudo como una estatua ante el relato de Ángel. Y llamó a la policía.

La policía fue a buscar a Adrián Rocha al humilde rancho de la calle 11 de septiembre 245, donde residía con su familia. Fue detenido. También fue enviado al juez, quien lo dejó en libertad con la promesa de que iniciaría un tratamiento psiquiátrico en Open Door. Así, consiguió regresar a su hogar con su familia.

Inició su tratamiento psiquiátrico pero ni así mejoraba. Al año siguiente, en 1997, fue encerrado en La Plata. Estuvo hasta junio del 2000, pero no sirvió de nada.

Adrián Rocha comenzó a matar y a quemar en un raíd criminal como el ferrocarril jamás lo había visto. Los trenes tampoco estaban pasando por una buena época, ya que salían de una privatización mal realizada, de un reparto desigual de servicios, de trenes clausurados y de algunos sobrevivientes. Muchos ferroviarios lograron pasar el filtro para continuar trabajando, pero otros muchos no, y uno de ellos, era Adrián Rocha, que quedó en la historia criminal ferroviaria.

Rocha entró al ferrocarril en 1975, a la edad de 20 años. Cinco años después, se casó con María Inés Godino, una entrerriana con un primario a medio terminar y un embarazo de ocho meses y medio. Adrián, sin embargo, había concluido el primario y solo había completado el ciclo básico del secundario. En ese entonces, vivían en la localidad de Rufino. El trabajo de Adrián apenas les permitía llegar a fin de mes, pero la tragedia se ensañó con ellos: su hijo primogénito, Luis, murió después que un automovilista lo atropellara mientras jugaba con unos amiguitos en la calle. Tenía solo 4 años.

Después de esa tragedia, los Rocha emigraron hacia Puán. Dos meses después siguieron camino hacia Córdoba. En Córdoba nació Juan María. Allí estuvo cerca de siete años. Con María Inés y un nuevo embarazo, continuó su camino y llegó a Coronel Brandsen, donde nació su hija Natalia Soledad. Corría 1992.

La vida de los Rocha no fue fácil. Poder vivir la última época del proceso militar, las hiperinflación del gobierno de Alfonsín, ayudaba a que la pobreza fuese un enemigo con el cual durmiesen siempre. Adrián tuvo sus desventuras, pero algo ayudaba a empeorar la situación: era alcohólico, pero siempre se las arregló para conservar su trabajo de cuadrillero. Más de una vez, cuando regresaba a su casa del trabajo, tomaba vino y en exceso. Borracho, les propinaba feroces golpizas a María Inés y a sus hijos. Finalmente, sus hijos cansados de la violencia física que les ejercía el padre, emigraron a la casa de sus abuelos maternos, en Villaguay.

En 1992, siendo Natalia una nena de casi tres meses, Adrián fue pasado a disponibilidad en Ferrocarriles Argentinos, en tanto que al mismo tiempo, tuvo su último traslado, el cual correspondió a la localidad de Ezeiza. Esa situación de incertidumbre iba en aumento a medida que corría el tiempo. Finalmente, fue obligado a retirarse con una magra indemnización.

Con esa indemnización logró subsistir haciendo changas. Ya a su edad, no conseguía trabajo en ninguna parte. Hundido en una bronca total, empezó a odiar hasta a sus ex compañeros. En 1993 cometió su primer fechoría: tomó de la mano a un guarda de servicio y lo llevó a un descampado en Tristán Suárez donde comenzó a pegarle en la cabeza con una piedra. Al guarda Horacio Leronés lo salvó los gritos desgarradores que emitió, los mismos vecinos de Tristán Suárez lo llevaron a la comisaría. María Inés debió irlo a buscar y todo quedó como una pelea entre dos personas.

No se sabe qué sucedió durante los tres años que Adrián Rocha estuvo en La Plata, salvo que varias veces quiso fugarse.


En el 2001, año lleno de acontecimientos, en la Argentina y en el mundo. El atentado a las Torres Gemelas en Nueva York, como así también al Pentágono y en el país, los recortes a salarios, el anuncio del Corralito financiero, la caída del gobierno de De la Rua y las trágicas jornadas del 19 y 20 de diciembre. Para muchos, el año 2001 quedó en la memoria como un año marcado a fuego en materia de sucesos históricos, pero también lo seria porque un fantasma dejaba su huella de sangre, en los rieles...

El 25 de enero del 2001 se encontró, en el predio de los talleres en Remedios de Escalada, el cadáver de Alberto Muratore, un cambista de Ferrobaires, golpeado y estrangulado.

A las cuatro de la tarde del 7 de marzo del 2001, un inspector de Trenes de Buenos Aires llamado Franco Aragon, estaba en el andén de la estación Villa Ballester tratando de comunicarse con la oficina en Retiro. De pronto, sin que nadie atinara a darse cuenta cómo, el uniforme de Franco comenzó a arder. Alguien le había tirado un fósforo. A pesar de los gritos del inspector en llamas, y de que algunas personas le tirasen trapos para apagar el fuego, no pudo ser salvado. Franco, con quemaduras múltiples, murió veinticinco días después. La tragedia también se ensañó con un capataz de vía y obra: al ver que su compañero ardía, cruzó las vías corriendo pero murió electrocutado.

El 16 de julio de ese mismo año, Adrián incendió una locomotora ALCO RSD-35 nº 6435 en la playa Alianza, la cual se encontraba en el lugar para maniobras. En septiembre, mientras hacía un trabajo de albañilería en Llavallol, acuchilló a dos mecánicos de la empresa Metropolitano. Dos días después prendió fuego un vagón pullman de la empresa Ferrobaires en el taller Kilo 4, en Gerli. El 8 de noviembre del 2001, entre la multitud de personas en Federico Lacroze, desapareció el motorman de subterráneos, Mario Silva Garcé, quién se hallaba en el hall central de la estación de trenes. Unas horas después, la policía rescató a Mario Silva en el cementerio de la Chacarita. Lo habían maniatado con un piolín. Junto a él, estaba Adrián Rocha: alegó que acababa de descubrir a Mario perdido en el cementerio y estaba desatándolo.

Durante ese mes de noviembre, otros extraños sucesos conmovieron al mundo de los rieles: alguien incendió las oficinas de Ferrovías en la estación Retiro y, también, Fernando Estrella Ramos, un maquinista de esa empresa, fue encerrado y golpeado en el baño de la estación Retiro, pero en la línea San Martín. Un controlador de boletos llegó corriendo para ver qué sucedía y solo avistó a lo lejos al agresor, que huía. Cuatro días después, Emilio Pérez, banderillero en González Catán, sufrió un ataque similar en la garita donde presta servicio. Pero todo se iba a precipitar el día de la tragedia, el día 3 de diciembre del 2001.


Lugares tranquilos en el país los hay, allá, en Pinamar. Esa mañana, su hija Pamela Fernanda Olivera Listorti abrió la puerta de su casa y miró al cielo. Estaba nublado y tormentoso, pero no parecía que fuera a llover. Dirigiéndose a su padre José Gabriel, le dijo:

- Esperame acá, que en un ratito vengo y nos vamos a la playa.

Fue lo último que le dijo. Cuando volvió a verlo, su padre estaba muerto. La tarde del 3 de diciembre José Gabriel fue encontrado entre las dunas en Ostende. Lo habían estrangulado con trece vueltas de un piolín que se le hundió en el cuello. Como no terminaba de morir, el homicida le perforó la sien derecha con un clavo para sujetar el riel al durmiente, el cual golpeó hasta hundirlo lo más posible. Luego tapó el cuerpo con chapas y se fue tranquilamente a visitar a unos ex compañeros a la estación de trenes de Pinamar.

El horroroso crimen de José Gabriel Olivera Listorti hizo explotar a los ferroviarios. El rancho de la calle 11 de septiembre 245, en el que vivían los Rocha, se colmó de ferroviarios indignados. Según las crónicas de los diarios, la policía sabía perfectamente quién era el asesino: sospechaban hacía tiempo de Rocha, aunque no tenían pruebas suficientes. Quizá no se animaban a proclamar que una persona tuviese tanta bronca hacia sus ex compañeros de trabajo.

Durante la reconstrucción del crimen de José Gabriel, Rocha fue visto entre el gentío que llenaba las dunas de la playa de Ostende. También fue al velorio, y hasta algunos de sus ex compañeros dijeron que se mostró compungido al acercarse al féretro y tocar la cabeza con mano trémula. Se sabe que compró un ejemplar del diario Clarín y leyó la crónica de los hechos. Luego recortó la noticia y se la guardó.

Los vecinos y ex compañeros que declararon ante la policía coincidieron: poco antes del hecho, habían visto pasar a José Gabriel junto a Rocha. Adrián Rocha fue detenido el 5 de diciembre en su casa de Ezeiza.


El proceso a Adrián Rocha se prolongó por dos años, durante los cuales Rocha fue recluido en el penal de Olmos. Los psiquiatras forenses concurrían para examinar al reo y comprobar como era aquel ser al cual la prensa lo calificaba de asesino rielero. Muchos llegaron hasta a pedir que fuese condenado a muerte, pero no puede aplicarse por no estar disponible en el Código Penal Argentino y por hallarse prohibida por la misma Constitución Nacional.

Rocha fue procesado por tres homicidios – Alberto Muratore, Franco Aragón y José Gabriel Olivera Listorti – y once agresiones. ¿Cometió otros crímenes? El proceso nunca lo esclareció. Se dijo con insistencia que Rocha había matado a otros ferroviarios más, por ejemplo, un playero de Llavallol, de la empresa Ferrosur, quién nunca apareció ni vivo ni muerto, a pesar de haber contado el crimen a un tercero. También a Rodolfo Salinas, que sin embargo, no figura en el expediente penal.

Fue condenado en el año 2004 a la pena de reclusión perpétua. El juez lo envió a la prisión de Batán, en Mar del Plata. Allí solamente pasó un tiempo, hasta que un 4 de febrero del 2005, el mismo decidió poner punto final: clavó un puñal en el pecho. Muchos ferroviarios sintieron el alivio de saber que uno de sus ex compañeros, Adrián Rocha, había dejado de existir.

Cuentos de alcoba II: Los tranvías desinfectan

Nota: Fantasía


Rodeado por los obreros e ingenieros del Taller Polvorín y con la única defensa de sus amigos tranvías y tanto Yatay como Monte Caseros que en éste momento estaban ausentes, la resistencia llevada a cabo por Cibriano en su nueva “Invasión” como el llamara a la nueva fuga organizada desde Lynch hasta Caballito, era una toda una utopía.

Van a tener que irse ustedes” – amenazaban los ingenieros.

Ustedes son unos salteadores de la madrugada. Me entiende ¿no?” – les contestaba Cibriano.

¿Qué van a hacer?” – preguntaban constantemente los ingenieros a los tranvías.

¡Nos vamos a quedar acá y atrincherados!” – disparó Truman Capote.

Lo lamentamos mucho señores tranvías pero vamos a tener que proceder a su nuevo traslado a Lynch por la fuerza” – dijo uno de los ingenieros.

Pero alguno más que suicida era Lupe, quién no se iba en vueltas a la hora de responder a los ingenieros “Así que es por la fuerza ¿no? Bien, entonces ¡traete toda la artillería pesada que tengas a mano!”

Y no menos no podía serlo Pepito “¡Y traé los tanques, si todo les parece poco!” les gritó.

A los ingenieros y obreros que estaban en el taller no les fueron fáciles las cosas. Los tranvías no querían escucharlos y los ignoraban distrayendo la vista en la lectura del periódico.

Al cabo de un rato llegó Benito Roggio, quien al ver la actitud de los tranvías, se irritó y lanzó una frase “¡Arrasen con ellos!”.

Hubo amagues de resistencia física. Lupe intentó pegar la vuelta para asestarle un golpe de corriente como respuesta a esa amenaza, pero otro de los obreros desconectó el pantógrafo del cable aéreo y lo dejó sin corriente.

Por las dudas, se pidieron más refuerzos a Primera Junta. El desalojo de los tranvías comenzó a los gritos en la plena madrugada de lunes. Había ordenes de traslado.

¡Señores: ésta es la orden y ahora procederemos a su traslado a Lynch!” – dijeron los ingenieros a los tranvías.

¡Vengan a sacarnos con la montada!” – le gritó Cibriano.

Vamos, vamos, sino va a ser peor para ustedes” – decían los obreros a los tranvías.

Saboteadores del demonio, ingenieros saboteadores” – gritaba Aquilina.

Volveremos” – prometió Lopa.

Apenas desalojado el lugar, con mangueras, secadores y pintura llegó de inmediato otra dotación de obreros desde Congreso de Tucumán y Federico Lacroze.

¡En media hora quiero esa nave desinfectada de tranvías!” – gritó Roggio desde la guardia y señaló la nave donde estaban los tranvías.

La puerta del Taller Polvorín otra vez volvió a cerrarse: otra vez hay preparativos para cancelar los servicios turísticos tranviarios y, quien diría, que ésta vez, los tranvías definitivamente, convivirán en su nuevo lugar.

Al amanecer, Pepito le dice a sus amigos “¿Será que nosotros desinfectamos?”.

G601 le dice “Ya desinfectaron el lugar dónde dormían...”.

Lo último que nos haría falta es que nos echen de acá” – dice 22.

¿Qué te preocupa? Total, al lado, cruzando esas vías después de la estación, tenemos hospedaje gratis” – dice Aquilina.

Efectivo. Los paseos en tranvía se habían trasladado a un nuevo lugar: a las vías del FCGU.

Trenes de Honor I: El fin y el inicio de una nueva historia según Mardel III

Bienvenidos nuevamente a la línea San Martín de ferrocarriles, huy!, perdón, debí haber dicho “Al Ferroca San Martín”, porque ya a esta altura la UGOFESA está lo suficientemente instaladita pero como nuestra historia argenta de nuestros trenes que siempre se deja descarrilar, no podíamos dejar de lado éste acontecimiento.

Ya todos sabemos y recontra sabemos cómo apareció la UGOFESA y cómo desapareció entre las tinieblas Metropoligarcha. Como que nada, tal vez la UGOFESA anda tratando de apaciguar el incendio Sanmartiniano.

Otra cosa que debe andar revoloteando por nuestras memorias es el cuentito de la electrificación, aunque les digo que por ahora naranja, otro cuento mejor era éste: el Sanma Made in China. Yo pregunto ¿qué pasó al final con los chinacos? Pero mientras tanto, sigamos bailando en éste incendio.

Por suerte están aquellos que se ocupan de andar corriendo tras los funcionarios todo el día organizando las agendas – “Porque lo que es yo, el tiempo pasa y yo sigo” – en la hojita que decía lunes 19 de diciembre era el día más conveniente para hacer presentaciones, y, de paso cambiaso, una buena forma de empezar bien la semana, lo mejor que podía ser era presentar una formación de coches Materfer y dos locomotoras. Hasta acá, nada del otro mundo.

Claro que la presentaciones no son para un público cualquiera. Es que a ellos aparecen los agentes del Pingüino, o sea, los que hacen a la rebelión aparatosa, porque esa gente todavía sigue creyendo que están protagonizando la rebelión aparatosa de hacer rodar a los trenes. Aunque faltó éste: el Héroe Ferroviario de los mocasines con forma de Pingüino, seguramente que su agenda estaba hasta los bigotes.

Claro que no los voy a dejar de mencionar, pues ellos se creen ser señores – “¡No se preocupen!... Dios los cría, ellos se juntan y el viento los amontona” – dice 22 – y entonces apareció éste, el ingeniero Ricky Jaime, uno de la rebelión aparatosa, o sea, del equipo del Pingüino. Luego aparecieron unos que se dicen ser directores de la UGOFESA, Marce Calderón – “¿De la Olla también?” – dice una estupidez Julieta -, Joaquín A Cuña y un tal Cimo. Como había que seguir rellenando, sigamos echando mano por otros sectores y le tocó el turno al gerente general y a Charly Maineri, del sector de operaciones. Pero no termina todo acá, es que si todavía faltaban invitados, apareció otro Gabyto... del Ferroca Belgrano, colapsado de tantas metidas de mano en la lata, pero sugiero terminar esta lista de invitados con más del equipo del Pingüino: Anthony Luna, el interventor de la CNRT, Peter Ochoa Romero y, un cerebro femenino dirigiendo – “¡Debe ser tan queso como todos!” – se queja Alicia – doña Gachy Cava-zza. Medio larga la lista de invitados ¿no?

Contemos el entretelón. Para los tan maltratados y, porque no, maltrechos y baqueteados coches made in Materfer – “Pues es una de las pocas cosas fabricadas por los gauchos que va quedando en pie” – añade Mercedes – y entonces lo más sugerente era una buena lavada que empezara por una colocación de ventanas con algún toquecito de aluminio – “Y shi hubiera shido de hojalata, daba exhactamente lo mishmo” – dice Fati imitando la ironía del Pingüino -, asientitos de poliamida o que se yo, en definitivas, del mismo material que los asientos de cualquier línea de bondi porteño, algún tabiquito modificado con el cuento de dar más espacio interior, y, llegamos, miremos arriba: modificaron la iluminación, pero de ahí a que funque como debe funcar, hay un trecho. Eso sí, afuera tampoco se salvó: la UGOFESA ya le estampó su sello, no vaya ser cosa que queden rastros de la extinta Metropoligarcha dando vueltas. Ahora, me queda ésta incógnita: ¿cuánto tiempo van a durar enteros con la clase de malandras que dan vueltas en ese ferroca? Esperemos un tiempo y veamos.

Pasemos a otro sector. Parece que la B829, pobre Alquito tan maltratada, decidió internarse por su cuenta en el Hospital de Liniers. Es que esta vez se encomendó a todos los santos del cielo para que los cirujanos de ese Hospital hicieran las cosas bien, bueno, ellos pueden hacer las cosas bien, las cosas pueden fallar cuando a Roteque se le antoja amarrocar todo... Claro, eso es TBA, no se olviden. Pero su hermana GT, la A914 decidió ir al hospital un poco más al norte, y justamente aterrizó en el Hospital Pérez. ¿Qué pasó con ellas? Bueno, nada del otro mundo, reparaciones generales, cambios de repuestos... eso sí, como los coches, también había que borrar las evidencias de Metropoligarcha. Con respecto al andar... hagamos unos cuantos viajecitos y ahí vamos a ver si tanto las reparaciones como el cambio de repuestos fueron buenos.

No me pienso detener en las preguntas a Ricky, porque es como entrevistar a todo político que va a buscar convencerte de cualquier modo. Pero mientras tanto la UGOFESA trata de seguir afianzándose, más de una vez tengo la impresión de que los fantasmas de Metropoligarcha siguen dando vueltas por ahí.

¿Entienden por qué esto es el fin y el inicio de una nueva historia? Menos mal que hace tiempo y espacio cambiamos de ministro de economía y ahora hace calor, todos nos rajamos de veraneo a la costa, así podemos seguir durmiendo tranquilos. Esperemos que esta historia alguna vez tenga final.