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viernes, 30 de mayo de 2008

Volver... con la frente marchita XXX: Canto de acción de gracias

Caminando por la vía te veo rodar

Mística, y salvación, de la mano van

Desde Retiro vamos con destino a Junín

No viajo en micro ni en auto, solo lo hago en tren

Ya no me importa, porque muchos pueblos

Salen del silencio aletargador

Con puntualidad inglesa el tren marcha

Bajo tu mando, Manuel Funes


Diste tu vida, forjaste una vida

Al servicio del ferrocarril

Un modelo ejemplar de ferroviario a imitar

Historias de encuentros y desencuentros

Todo confluye allí: en los controles

Viajes y peripecias, cuentos de conductores

Pasado de biografías que no volverá

Pero afloran en recuerdos coloridos


Mira un poquito hacia atrás

Verás todo lo que hiciste, lo que diste, dejaste

Mira lo que has escrito con tu puño

No hay codo, que pueda borrar lo tuyo

Lo tuyo es bien tuyo, Manuel Funes


Concentración y responsabilidad en le viaje

Conocimientos de campo por naturaleza

¡Maestro conductor! Sé nuestro guía...

Hoy soy yo quien ocupo tu lugar

Siento ese vacío que dejaste, me invade la nostalgia

Con todo lo enseñado, no puedo defraudarte

Porque alguna vez fui tu socio

Y hoy debo ocupar tu lugar, Maestro conductor

Algún día descubriremos quién fuiste realmente

Lo único que rogamos es que no gane la indiferencia

Sé que hubo algún roce entre colegas

Alguna vez te arriesgaste ante situaciones incómodas

No importa, hoy mientras estoy manejando

Vos estás en el calorcito de tu casa

Manuel, solo tengo ánimo para llamarte por teléfono

Para que me saques de este enriedo


Mira un poquito hacia atrás

Verás todo lo que hiciste, lo que diste, dejaste

Mira lo que has escrito con tu puño

No hay codo, que pueda borrar lo tuyo

Lo tuyo es bien tuyo, Manuel Funes


Yo sé que estas en tu casa

Con tu mujer, haciendo vaya uno a saber qué

Cuando ví tú último día de viaje,

Juro que me dio un no sé qué

Pero sabía que te iba a extrañar en la próxima salida

Manuel ¿Por qué me dejaste?

Hoy estás jubilado, a mí me falta un tirón

Solo pido que no te olvides de mí


Tampoco puedo decir que estás lejos

Porque los dos salimos del mismo pago

No estaremos juntos en el trabajo,

pero siempre hay motivos para un simple “Hola”

Sé perfectamente que duermes cuando ando

Lo digo sin lujos ni eufemismos

Quisiera que el tiempo se detuviera por un poquito

Y traerme conmigo de vuelta, a Manuel


Mira un poquito hacia atrás

Verás todo lo que hiciste, lo que diste, dejaste

Mira lo que has escrito con tu puño

No hay codo, que pueda borrar lo tuyo

Lo tuyo es bien tuyo, Manuel Funes

Cuentos de Alcoba XXIX: Un día especial...

...como el de hoy no puede pasar inadvertido entre nosotras.

Amar, querer, sentir, llorar, sufrir, maldecir y tantas otras cosas somos capaces de hacer en un momento cualquiera, dependiendo también el estado de ánimo con el que nos agarre.

Pero en el fondo, somos amigas de... de fierro. Nos cuidamos. Nos queremos. Nos defendemos... como podemos.

Pero no escapamos a la marcha de la realidad, que se empecina en grandezas y olvida totalmente las pequeñeces que pueden ser la llave del despegue.


Doris y Elisabetta:

Hola, ¿Cómo andan ustedes? Seguro que muy bien. Bueno, espero que pasen un muy feliz día del Amigo, ustedes se lo merecen de todo corazón!!!! Suerte en todo y con todo. Besos. Loretta.-


Cecilia:

Sos una amiga excepcional, me demostraste que vales mucho pero por sobre todas las cosas te haces respetar, y eso que haces conmigo espero que lo logres con el resto, no te dejes pisotear por nadie. Bueno, me voy despidiendo, no te olvides que no solo en este día, sino en todos los demás podrás contar conmigo para lo que sea. Un beso enorme. Ayelén.-


Marina:

Es un gran honor que no solo seamos amigas, sino hermanas de trabajo también. Sé que metes la pata doscientas veces por minuto, pero no importa, acá estoy para sacarte de los líos con la pesada... ya sabes, en este día, como no tengo un mango partido al medio, solo puedo escribirte estas palabritas, no soy ducha en esto, pero la intención de decirte FELIZ DÍA AMIGA, está presente. Por todas las cosas, Muchas Gracias. Tu hermana Úrsula.-


Pico:

Me hubiera gustado compartir más tiempo contigo, ya que contigo la estancia en esta carguera se hacía más liviana, pero bueh... qué vamos a hacer. Volviendo, como te decía, hubiera querido que te quedaras conmigo, ya que hicimos un gran lazo de amistad y cuando se venía la cosa espesa, supiste como darnos la solución para ese “Ole”. Sos genial y aunque ahora estés durmiendo bajo un tinglado, siempre pienso en los buenos momentos que compartimos y... y me pongo a llorar. No sigo escribiendo más porque estoy llorando en serio. Jamás te olvidaré, Agustina.-


Bragado:

Hola!!! ¿Cómo va tu vida sobre los rieles? ¿Bien? Espero que sí, no me cuentes de las calamidades de tus hermanas, ya las sé a todas. Gracias por haber elegido a uno de nuestros hermanos para compartir tu vida afectiva, pero yo en realidad lo que quiero es saludarte en este día, todos nosotros te queremos al igual que a las demás, pero vos tenés un lugar de privilegio en mi corazón. Gracias amiga, de corazón. Truman Capote.-


Lupe:

Sos un tranvía especial, me demostraste que vales mucho y me gustaría que te hicieras respetar ante todos, ya que conmigo siempre lo haces. Espero que no dejés que te pasen todos por encima, vos siempre vas a ser el mejor Amigo de todos. Me voy despidiendo, no te olvides, podés confiar conmigo para lo que sea. Un besote enorme. La Chabona.-


M. Eugenia:

En este momento se me ocurren tres cosas para decirte. GRACIAS: por ser una gran amiga en todos los momentos, por acompañarme y seguir estando hoy conmigo acá. PERDÓN: por no ser la amiga con la cual esperabas, sé positivamente que no supe hacer las cosas como debía, pero ahora que estás acá, valoro tu presencia. Y por último, TE SUPER QUIERO, porque nunca voy a olvidarte. Belén.-


Vicky:

Aunque no andemos muy juntas que digamos, a la distancia no solo me haces reír con tus locuras, sino también me demostraste ser una buena psicóloga en los peores momentos, me apuntalaste cuando el mundo se me venía encima. Actúa como siempre, hacete imponer con tu clásico carácter malevo, no te olvides, podés contar conmigo en todo. Cariños. Mónica, la pesada de ALL. Tenés mi fono ¿no? En caso de emergencia o catástrofe, llamá al 581-7985.-

El Ventilador XXVIII





Tifón de Chanes – Loretta


Nuevamente tenemos a estos buenos personajes dando vueltas y la verdad que se los estaba extrañando un poco... La pregunta que suena es ¿qué hicieron ahora? Yo mejor digo ¿qué no hacen ustedes? En fin, qué hacen o qué no dejan de hacer, la cuestión es que los Chanes Cariocas siguen arrasando. Sin ir muy lejos, Alianza fue suficiente para demostrar las pruebas. Primero, la puesta a punto de la quinta 26, unas chirolas más que las 22, bajo el cuento de las pruebas efectuadas pero le faltan los retoques y... buah... sigamos el asuntito. Pero la siguiente prueba del delito se la dejo a María, tal vez ella tenga la explicación adecuada. Mientras tanto sigamos husmeando a ver si en vez de seguir trayendo material tractivo de otras partes se dedica a hacer algo por el que destruyó, hay para tirar manteca al techo.


Tifón de Chanes I – María


Ya comentó mi hermana Loretta acerca de esa hermana mayor de las 22, a mí me llegó el turno de otra prueba del delito: los vagones. Que estos buenos Chanes se dediquen a recuperarlos no me parece mal idea, mas bien diré que me es sorprendente y hasta también, por ahí, me da vueltas ese refrán “Cuando la limosna es grande hasta el santo desconfía” y no sé porque tengo ese no se qué... tengo mi desconfianza hacia ellos pero volviendo, se están mandando la reconversión de más de una centena de vagones hechos percha de hace tiempo y largo... tantos años que los dedos no alcanzan. Y de los caracteres técnicos de las nuevas chatas pedreras, antiguos portacontenedores, me reconozco a-técnica, pero trataré de hacer un esfuerzo imposible por explicarlo:

  1. Nuevo piso: Significa que si antes tenían piso de madera, el próximo será de holajata.

  2. Puertas rebatibles laterales: ¿?

  3. Desarmado y reparación de boguies: Eso lo dudo, tratándose de ustedes, ya veo el trabajo chancho.

  4. Elementos de choque: Ah, pensé que la próxima vez los vagones íban a ser atados con alambres, pero dudo por completo...

  5. Esquema de la compañía: Bienvenida la Perejilada SA!

  6. Objetivo: Sortear ese gran charcazo llamado La Picasa, aunque me parece que las bombas de desagote de los gobiernos a todos niveles están en desuso...

  7. Descarga: Con la palancha... muchachos de ALL, a ejercitar esos bíceps, los tríceps, pronto sacarán músculos!

Su atención por favor: Metropoligarcha informa...!!!” – Lomas de Zamora


Menos mal que nuestros vecinos están anunciando algo, porque creo que los vivimos más cuereando que cosa buena. Señores, los servicios siguen siendo la misma garchada de siempre, lo que no deja de ser novedoso es la cantidad de billetitos que invierten en el rubro de la construcción, aclárese, de los ladrillos, no de los fierros, en ese sentido se les secan los bolsillos si lo hacen! He de sospechar la avalancha de dudas que tiene el usuario y por eso inauguraron una oficina en el mismísimo medio de la estación Constitución, casi nada, un obstáculo más a sortear en el camino. La función es exactamente igual que la de los tableros electrónicos y esos arruinados carteles que indican los horarios y destinos de los trenes. Eso sí, están los siete días de la semana, a toda hora que los necesite pero de noche se van a dormir la siesta. Ah, y algo más: no se olvide de discar 0800-122-358736, últimos números traducidos como “El tren”, aunque con la misma cantidad de letras hubiera hecho “Garcha”, y compruebe si de verdad lo atienden, después cuénteme si le tomaron el pelo.



Trenes de Honor XXVII: La Biblia y el Calefón de Úrsula

Quiero que sepan que no tenía previsto hablar sobre temas relacionados con la política. Y mucho menos cuando debo hablar de ferrocarriles y política, aunque me parece que de estos temas puedo estar hablando un año entero y siempre es actualidad, idéntico al tango Cambalache de Discepolín. Sin embargo, y pese a mis buenas intenciones, voy a hablar sobre trenes y política.

¿Por qué cambié de idea? Muy sencillo: porque de lo último que acabo de enterarme, precisamente, de los trenes de alta velocidad a Mar del Plata, me vino a la mente un rosario de recuerdos, que según pasan los años, pasan las elecciones, cambian los presidentes pero no las promesas. Lástima que esos recuerdos no sean tan tocados en la televisión como el gol del Cuchu Cambiasso, ese de los 25 toquecitos a Serbia y Montenegro... y fíjese más: examinado hasta el último punta y coma. Lo otro... pasó y pasó. Listo, chau.

Prometer para los políticos es como una mujer que seduce al hombre, claro, cuanto más provocativa, aún más seducirá. Y así son las promesas, sobre todo en tiempos de elecciones presidenciales. Yo tengo varios ejemplos para dar, porque algo que visto para atraer voluntades políticas es esta carnada: los trenes. ¡Y qué carnada ésta! Quienes fueron despojados de los trenes de pasajeros que venga un alguien a prometérselos de vuelta, ya es suficiente para creerle. Como todo, con esa promesa, van, lo votan, gana y después “Si te he visto, no me acuerdo”.

Desde aquel trágico 10 de marzo de 1993, recordar al Turco es un retorcijón de tripas seguro. Y desde entonces, los trenes se han convertido en la promesa política por excelencia para ganar votos. Siempre que se tratara de prometer y prometer, diversas fueron las estrategias utilizadas para tal fin, aparte son los resultados. Entre esas promesas que yo recuerdo, figuran;

  • En 1994 cuando el gobernador de Río Negro, un tal Horacio Masacesi (Seguro que escribí mal el apellido de ese hombre, pero no recuerdo ni cómo se escribe) salió en una formación ferroviaria recorriendo el país prometiendo trenes a todos. Lo que le sucedió es que tuvo que irse a dormir al camarote amargado por el fraude del Turco en ese entonces.

  • En 1999 el Cabezón y Palito se montaron en el Tren de la Esperanza con el mismo cuentito, ahora, lo que los organizadores de campañas electorales no se avivaron de hacer fue dejar a Palito en los escenarios. Casi nada, debieron sortear el piquete de Stroeder hasta que un buen día aparecieron en Retiro Mitre meta bombo y platillos. En esta ocasión, ganó Fernando VII, en el séptimo sueño, pero dentro de un tiempito, ya lo íbamos a encontrar ahí, en el mismo lugar que había peleado en la campaña presidencial a Fernando VII pero de los trenes... bueno, cambiemos de tema, mejor.

  • En el 2003 otro que se postulaba a la carrera de la Rosada era un nockeado. Sí, el mesiánico carismático, ególatra Adolfito Rodríguez Saa-natero. Después que en el 2001 renunció por nock out técnico a la presidencia de la nación, lo teníamos nuevamente prometiendo árboles y... ¡Trenes!

  • Otro participante de la misma carrera era éste. El Pingüino Aparatoso del Sur. También prometía trenes! Una diferencia: este lo tenemos dando vueltas y es el que manda por ahora. Y no sé si no lo tendremos nuevamente en el 2007.

¿Qué es lo que hace que los trenes entren en la historia y queden grabados a fuego en la conciencia colectiva? Tal vez haya un buen motivo para explicarlo. Es que más de diez años después la gente comprendió que el error que hizo Menem costó carísimo. Tal vez porque después del corralito y el corralón, la devaluación y el dólar por las nubes, las tarifas de los micros se fueron a las nubes y, descubrieron que los trenes son la solución más económica de viajar. Pero creo que expliqué una parte, porque me olvidé de decir que los trenes forman parte de la historia de los pueblos que se fundaron a la vera de las vías, trajeron la cultura y, sin dudar, el trabajo para todos. Es decir, le ferrocarril trajo a los pueblos tecnología también, puesto que entre viajar días y días en una carreta era muy distinto que hacerlo en tren en apenas unas horas... aunque también lo hacemos en cuestión de minutos.

Personalmente creo que los trenes, a pesar de todo, tienen un lugarcito VIP. Cuando revuelvo los momentos más emotivos, ahí veo cuando la gente aún sigue amando al ferrocarril. Hay mil formas de expresar alegría, pero cuando la gente se agolpa a darle su bienvenida, como ha ocurrido con el Cordobés, el Santafesino o el mismo Gran Capitán, son la evidencia más clara de aquel reencuentro. Lo único que empaña este tipo de fiestas es la presencia masiva tachinera de los políticos sacándose fotitos hasta con la locomotora!

En definitivas. Podemos venerar a los trenes, idolatrar a algún expreso en particular, pero debemos tener cuidado porque el simple acto de mover trenes proviene de un acto humano, y abusar de ellos, corremos el riesgo de dañarlos hasta llegar, a su destrucción. No debemos abusar de ellos, ni tampoco hacer promesas imposibles de realizar, ellos forman parte de nuestra historia nacional, son más frágiles de lo que uno cree. Miren, hace unos cuantos días atrás, Kirchner reflotó una idea nada nueva, que es un tren de alta velocidad a Mar del Plata, pero revisando antecedentes, éste quiere hacerlo en dos horas y media pero previamente había hecho una idea así su antecesor, el Cabezón Duhalde, con la diferencia de que a Mar del Plata se llegaría en tres horas. Pero el cuento de los trenes bala no solo viene para los marplatenses, sino que alguna vez alguno abrió la boca para anunciar uno similar con destino a Rosario. Megaobras que son como las promesas electorales, pasan los gobiernos y, como alguno dice por ahí “No pasa naranja”.

Lo que les digo. A los trenes hay que tratarlos con sumo cuidado, pues este gran invento de la humanidad para competir con los transportes carreteros, como los micros, son frágiles. Salvando las distancias, algo así como las piezas históricas que poseía la versión antigua de la estación Haedo antes de ser arrasada aquel 1º de noviembre del 2005. Piezas delicadas, como todo lo que es único y genial.

Trenes de Honor XXVI: Comentario Editorial

Tal vez hoy no sea el mejor día para nosotros, máxime si tenemos en cuenta que aún estamos masticando la bronca de habernos quedado afuera de la copa mundial, en fin, más allá de todo eso, antes de seguir lamentándonos, mejor, pasemos a las reflexiones.

Los argentinos tenemos un concepto muy erróneo de honrar al país: creemos que con gritar como locos durante un partido de fútbol de la selección, nuestro deber está cumplido.

Hay variadas formas de honrar al país, muchas, diversas, de todas las que se puedan imaginar. Pero bajemos este concepto a los rieles, que es lo que más nos interesa.

¿Cuántas veces deshonramos al país? En nuestra historia tan pisoteada, digamos que esto empezó un 10 de marzo de 1993, pero tuvo su antes, como así también, los coletazos que aún estamos padeciendo. Desde el momento que se decidió privar a los pueblos de interior del tren como medio de transporte público, dejándolo a la buena de Dios, fue la mayor deshonra que se hizo al país entero, hasta diría que una falta de respeto a quienes habitan este vasto y extenso territorio.

Despojar a unos para enriquecer a otros tampoco es signo de desigualdad parar todos. Enriquecer a Buenos Aires en servicios significó la muerte de otros miles de pueblos. Si hemos de hablar de coletazos, no solo perdieron de las vías para afuera, perdieron vías adentro, sobretodo si se hiciera un recuento total de todos los ferroviarios que fueron excluidos porque a lo mejor “sobraban”, por así llamarlos. Crear nuevas generaciones de ferroviarios fue y es lo que menos se está haciendo. ¿Así pretenden honrar al país? De ninguna forma, pero con lamentarnos, no nos sirve de nada.

Con promesas electorales usando de carnada al ferrocarril, parece haberse convertido en un clásico. Bien sabemos, podemos recordar al ex gobernador de Río Negro en 1995, a Duhalde en 1999, aquellas ideas descabelladas de Rodríguez Saa y sin dejar de recordar a Kirchner. Profunda vergüenza es la que se debiera sentir, en especial, estos sujetos, que prometer es lo mismo que beber un vaso de agua. Que a lo mejor cuando llegan al poder se les olvidan las promesas.

Y así seguimos con los coletazos, que lejos de poder hacer un bien a la patria, seguimos la deshonra de par en par. Hasta el momento hemos revertido una milésima de todo el desastre de 1993. O por ahí decir revertir anda lejos, porque la situación no deja de ser un caos. No deja de ser injusta. Tal vez, no deje de ser un poco infernal. Y bien... son coletazos, coletazos de una era en la cual siguiendo el plan ideado por un gran cerebro Made in USA fue el inicio de nuestra caída... caída que nos está costando sangre, sudor y lágrimas.

Pero si queremos honrar de verdad a nuestro país, hagámoslo de verdad. Que anunciemos el regreso de un tren de pasajeros a algún destino, bienvenido para la alegría de todos. Pero dejemos de lado las falsedades de adornar un tren inaugural con millones de banderitas, de discursos políticos que nos conducen a ninguna parte. Hagámoslo callados la boca. Pero otra cosa: cuando pongamos en marcha un servicio, no lo hagamos a medias, como está sucediendo con los trenes a Córdoba, Tucumán, el mismo Gran Capitán y otros corredores. Dejemos de lado la mediocridad, empecemos a actuar como personas responsables que somos, empecemos de una buena vez por todas a pensar y repensar en nosotros, de las fronteras para adentro, ocupémonos del dueño de casa, sintámonos argentinos haciendo lo que debemos hacer, porque así vamos a sentir que honramos al país de verdad, y no como hacen muchos que gritando hasta quedar afónicos en un partido de fútbol el deber está cumplido.

Esto así funciona para los trenes. Y así lo será para los demás ámbitos de la vida.

Trenes de Honor XXV: Bomba atómica en FEPSA

Para Ayelén, que hace largo tiempo que está ausente, anda demasiado lejos de todas las calamidades que suceden entre sus hermanas. No para Cañuelas que está viviendo en carne propia un conflicto de este calibre. Por ese motivo, telefoneó a Bolívar en Maldonado:

¿Cómo están ustedes por allá?” – deseó saber Cañuelas.

Acá... Yyyy... bien... bien gracias, ni chicha ni limonada. ¿Anda agitado el avispero por allá abajo...?” – preguntó Bolívar.

Emmmmm... Digamos que... que sí... Sí. Sí. El avispero está agitado. Hay reunión con los bomberos de cartera laboral porque acá me parece que si no se hace algo urgente, hay incendio en puerta” – cuenta Cañuelas.

¿Y quiénes lo desataron, si se puede saber?” – pregunta Bolívar.

La muchachada de José Pedraza” – contesta Cañuelas.

Pedraza... Ah! José Pedraza, alias José Dondemepongo” – dice Bolívar.

¿Por qué José Dondemepongo?” – pregunta Cañuelas.

Por la pregunta del dónde me ubico...” – contesta Bolívar.

Claro, claro... en este caso viene por un aumento salarial o tal vez no sabrá qué lugar ocupar en la huelga nacional” – dice Cañuelas.

¿Ves ahora por qué le dicen Dondemepongo?” – contesta con una pregunta Bolívar.

Ahora estoy impaciente de ver cómo pararan totalmente sus tareas acá, máxime que los cerebros ingenieros se creen ser más papistas que el Papa, medio tipo como los de ALL” – comenta Cañuelas.

Meeemmmm... Sabiendo de ahí, por esos rumores que se escapan puertas afuera, esos muchachos que se dicen saberlas a todas, dan un tranco para adelante y cuatro para atrás” – dice Bolívar.

¿Por qué no lo dices en gráfico? Mejor dí que hacen cagadas del tamaño de la pata de un elefante” – dice Cañuelas.

Y... ¿por qué no me cuentas en otro momento cómo sigue la novela? Ejem... perdón, me parece que vas a tener que tener hacer algo, bueno, para salvar tu cuero” – advierte Bolívar.

Mi cuero lo tengo bien a salvo” – dice Cañuelas.

Yo diría que no tanto...” – dice Bolívar.

¿Y entonces?” – dice Cañuelas.

Lo digo porque me parece que andan medio cerca de que les caiga una bomba atómica. Espero que sea un mal presagio mío, pero ahí siempre rozan los límites” – dice Bolívar.

Mientras Cañuelas seguía hablando por teléfono, pasó un ingeniero y cortó la comunicación. Bolívar quedó colgada en el tubo “Que mal lo veo... efectivo: pasó un papista... Ay Cañuelas, me parece que esta vez sí vas a ser alimento de las palomas de Plaza de Mayo” dijo y colgó el teléfono.

En White, Cañuelas tenía el tubo y miró al ingeniero, que le dijo “Eso te pasa por andar repartiendo correspondencias indebidas”.

Perdón... sos el menos indicado para decirme qué debo hacer si este sitio ya no dista nada de ser un conventillo de La Boca, tomátelas... carlín!” – contestó Cañuelas.

¿Cómo dijo de qué?” – increpó el ingeniero.

¡Dije que este sitio es un conventillo!” – gritó Cañuelas.

¿Qué esto es un qué?” – gritó el ingeniero.

Cañuelas miró hacia ambos lados y delante de Carolina y Camila gritó “¡Esta empresa anda más cerca de ser un cabaret en quiebra echando gatas!” – gritó Cañuelas.

El ingeniero llamó a los demás directivos y dijo “Miren que la visitante que trajeron nos trata de cabareteros”.

Carolina se sumó al quilombo “¿No desean acaso un Salomé?”.

Uy que fina sos Carolina!” – dice Viviana.

Desde afuera, Daiana y Soledad llamaron a las demás. Lucía gritó “¡Cañuelas armó la gorda con los cerebros!” y salieron en patota a meter las narices.

Desde la oficina, salieron los ingenieros enojados. Solo uno de ellos tenía la voz de mando fue quien se dirigió hacia Cañuelas “¿Te atreverías a hacer cualquier tontería?”.

Cañuelas los miró a todos y dijo “Yo no hago ninguna monería, ustedes son los tarados que hacen cosas de chinacos”.

¿Usted sabe qué sucede con aquellos que se creen saberlas a todas?” – dijo el supervisor.

¿Vos te pensas que me asustas con esa amenaza? ¡Dejen de hacer cuentos chinos gardeleros, cuando ustedes van, yo ya he dado cuarenta vueltas enteras!” – desafía Cañuelas.

¡Vamos Cañuelas! ¡Dales por el tuso a estos boludos!” – agitó Evelina.

¡No se olviden que hay quilombos! ¿Saben? Y la tortura de nuestros cojones va a seguir mientras ustedes sigan con el clásico según el culo vienen los azotecillos” – la remató Camila.

En realidad, que hay quilombos, era una cosa muy certera. Y qué mejor que calmar los ánimos.

Como si el despelote armado por las locomotoras era poco, afuera, los delegados y obreros la completaron al son de los redoblantes. Por eso, un alto directivo corrió hasta afuera para poner paños fríos a la cuestión. “Escuchen! El 15 por la mañana vamos a reunirnos en cartera laboral para destrabar este conflicto” – anunció.

Ahora, si esta reunión resulta un fracaso, vamos a huelga general” – dijo uno de los delegados.

Distantes estaban las locomotoras, que estaban dispuestas a hacer su festín “¡Huelga general! ¡Huelga general! ¡Huelga general!” – cantaba Agustina y agitaba una matraca.

¡Fiesta! ¡Que fantástica esta fiesta!” – canta Santa María.

Mira, te aseguro que acá tenemos varias cosas por discutir, desde la situación de la Unión Ferroviaria hasta el asunto de los haberes, pero que no se te olvide el asunto de que ustedes no cumplen ni por chiste las seis horas laborales” – dijo un delegado.

¡Che! ¡También traten en cartera laboral nuestra situación! ¿Sabés? ¡Nosotras laburamos gratarola y seguimos laburando hasta que largamos los bofes porque no se les mueve ni un dedo al revés por hacer revisiones técnicas!” – aprovechó la ocasión M. Eugenia para increpar al directivo.

Este directivo se dio vuelta y les gritó “¡Ustedes las pelotas!”.

¡Las pelotas negras de Mahoma!” – gritó M. Eugenia y tomó al directivo, al cuál ató y dejó suspendido en un poste telegráfico. “¡Recuerden señores ingenieros, que esto le puede pasar a cualquiera de ustedes!” – la continuó.

El directivo permaneció colgadito unas cuatro horas. Al pasar Dalceggio rumbo a Constitución, vió algo llamativo y dijo “Esto lo veo y no lo creo... creer o reventar”.

El día 15 se llevó a cabo la reunión en cartera laboral. Con las locomotoras llegaron a un acuerdo “Miren, bajen al directivo de allá arriba” – les propuso un ingeniero.

Julieta estaba por ponerse al frente de la negociación, pero prefirió que lo hiciera Cañuelas “¿Así qué quieres que bajemos al directivo?”.

Les aconsejo eso por el bien de ustedes, ya de por sí, esto les va a seguir arruinando su reputación...” – dijo el ingeniero.

A ver... ¿Y qué proposición te traes entre manos?” – pregunta Cañuelas.

La proposición es que bajen al directivo, punto y a otra cosa” – dijo el ingeniero.

No gustar propuesta, gracias por participar” – le dijo Cañuelas y se retiró.

Colgado, el directivo gritaba que lo bajaran “¡Trancen una revisión técnica periódica o seguiré colgado acá hasta el día del juicio final!”.

El ingeniero llamó a las locomotoras “Escuchen, tengo una propuesta”.

Si es la misma de siempre, por nosotras usala cuando vayas al WC” – contesta Wendy.

Escuchen, si ustedes bajan al directivo, nosotros nos comprometemos a hacer las correspondientes revisiones técnicas” – les propone nuevamente el ingeniero.

¿En serio lo decís?” – pregunta Silvina.

¿Dudan de nosotros? ¿Dudarían que no cumplamos con lo que prometemos?” – pregunta el ingeniero.

¡Dudamos porque ustedes no cumplen nada de nada en la reputa vida!” – gritó exaltada Marité.

¡Esperen! – dice Cañuelas – Traigan una hoja y estampemos las firmas, cosa que si tal día no cumple con la revisión técnica, a cualquiera de los sujetos los tendremos de banderines allá arriba. ¿Les parece?”.

Liliana fue corriendo a buscar una hoja y todas firmaron. Cañuelas obligó al ingeniero a firmar, le dice “¡Una vez más y cualquiera de ustedes terminarán de banderines acá!”.

Ya empezamos con las revisiones técnicas para ustedes, pero por favor, bajen al directivo” – pide el ingeniero.

Bueno chicas! ¡Bajen al atorrante este!” – grita Cañuelas y Mabel con Alicia bajan al directivo.

Una vez en tierra, el directivo dijo “¡Para estas no hay revisión técnica de ninguna especie!”.

Cañuelas lo volvió a agarrar y el directivo grita “¡Esta bien! ¡Esta bien! ¡Hagan las revisiones técnicas!” y lo volvió a soltar.

Cualquier cosa que estos sujetos no cumplan, ya saben qué deben hacer!” – dice Cañuelas.

Patricia le dice a Analía “¿Te acordás de Ramiro Chicharelli?”.

Sí... Me huele que acá tendremos varios Ramiros Chicharellis” – contesta Romina.

Hasta el momento, solo hicieron tres revisiones técnicas de las pautadas. ¿Volverán los líos? Por fortuna, Ayelén está muy lejos de ver las calamidades.