Bueno señores, un nuevo monólogo, el número 94 ¿no? Pues verán, no hace mucho tiempo anduve metiendo libreto debajo de lo poco que queda de mi carcasa - Porque la restante se la llevó un mionca, pero mejor ni recordarlo ¿no? – y dirán “¿Tienes algún nuevo cuentito carioca?”. Pues, efectivamente, sí. Pues bien, recordemos las últimas correrías de ALL, pues me parece que de la primer versión carioquera de ALL mucho no se aprendió. A ver si aprendemos algo ¿eh?
Señores: ustedes bien saben cómo resurgí, de las cenizas, tipo el ave Fénix con un nuevo capítulo del Gran Capitán y bla, bla, bla......... Ya todos conocemos ese capítulo de la historia ferroca argenta, como también ya bien reconocemos aquel otro capítulo de la historia ferroca llamado ALL, donde realmente no sabría si es argento o brasilero.
Para la sorpresa de todos, ALL no termina en los rieles solamente. Quienes sabemos manejar todos los aparatos vinculados a ese Bill Gates o algo parecido, aquel renombrado triple doble ve, acceder a su “Portal”, es la acción más natural del mundo. Pero quien tenga ganas de quedarse atónito, vean el lema de ALL: el mismo pregona “ALL Gente que nunca para”. Perdón ¿Yo mal leí pero “ALL Gente que nunca para?”. Pensé si me estaban cargando. No, es efectivo que lo están cargando porque uno que no conoce, en el portal ve las mil y un maravillas, lo grave de todo esto es que no están muy enterados del flanazo que están viviendo las líneas Urquiza y San Martín. Lo que pasa es que lo que no para de ALL es de descarrilar... sobre nuestras vías. Y después no nos vengan con el cuentito de que la paloma tuvo la culpa porque se chocó el tendido eléctrico y siguió vuelo...
Pero... pero... pero les digo algo. Así como ellos hacen honor a su lema empresarial de “Gente que nunca para”, les voy a decir que a ese lema también le hacen honor, pero en la órbita laboral. Y sino vean la última correría acontecida hace unos días atrás.
Resulta que la muchachada de Joe Pedraza – o José Dondemepongo – dijeron “Vamos a tomar un descansito de 48 horitas”. Cómo será que pegó tanto esa propuesta que tuvo una aceptación del ciento por ciento en todos los órdenes que por U-N-A-N-I-M-I-D-A-D votaron tomar ese pequeño descansito de un par de días. Pero hasta aquí, nada del otro mundo. Aunque el modus operandi no dejó de ser el mismo, si sobre todo cuando la prensa le puso los micrófonos en las trompas de los gremialistas, sostuvieron a brazo partido “Que ellos estaban dispuestos al diálogo”, dando a entender que “La empresa es la mala de la película”. Lo que yo digo es “¿Por qué no dijeron la segunda frase en vez de darla a entender?”. A que si la hubieran dicho, al instante hubieran quedado de patitas en la calle.
Como en toda protesta gremial, siempre la empresa resulta ser la mala de la película pero tratándose de ALL, todo es posible. Ahora ¿qué dijo ALL de todo esto? La verdad que naides supo qué dijo, o si dijeron algo, porque éstos monos no son muy amantes de darse a conocer ante el público ¿verdad?
Resulta que de golpe y porrazo apareció Gabyto –perdón, el Gaby- y entonces fue el único que tuvo las agallas – o simuló tenerlas, porque andaría igual que los demás – y se sometió al interrogatorio de la prensa. Pero claro, como esto no salió por la televisión masiva, nadie supo que sucedía en esos lares. Parece, dicen aquellos que se atreven a todo, que todo empezó con un paro de 24 horas. Como quien dice paro de 24 horas, podrían decir descanso, puesto que ¿qué hacen cuándo hay paro? Si alguno va a protestar, serán cuatro gatos locos porque los restantes se toman una siesta bajo la sombra de algún sauce bien frondoso, sobre todo con calores de 40º centígrados. Lo que pasó después del descansito de un día, seguramente que algún monito festejó cuando a la muchachada la pusieron a laburar a reglamento hasta la medianoche de un domingo. Pero por lógica, éstas medidas terminarían en un acuerdo entre las partes, aunque yo lo veo muuuuyyyy lejos de que suceda.
Entre pitos y flautas, el Gaby éste – un agente secuaz de José Dondemepongo – culpa a ALL por supuestas demoras en firmas de convenios colectivos laborales, o cosas por el estilo. Pero como era de esperar, el reclamo viene puesto que un ferroviario incipiente gana unos 950 mangos y según el Gaby deberían ganar entre 1450 y 1500. Yo quisiera saber cuánto gana un ferroviario medio y un ferroviario experto y quien tenga la respuesta a ese interrogante, que tome el teléfono y disque asterisco 7911.
Pero como los monos no son ninguna clase de idiotas, decidieron tirar algunas ofertas. Aunque del ejército de José Dondemepongo decidieron botarlas las tacho de basura porque adujeron que era más sencillo que les vinieran a decirles en la cara “Esto es una bromita para Marcelo Tinelli”.
Mientras... mientras tanto, mientras tanto ellos se tomaban un ligero descansito, acá en la Ciudad los chicos de las corbatas iban y venían con papeles, ideas, biromes y más papeles – Lo que pasa es que esos son los mecánicos legales, es decir, no mecánicos de destornilladores ni nada por el estilo, sus herramientas son eso: papeles, expedientes y libros de derecho – porque de una forma u otra, había una emergencia que urgía y entonces todos se pusieron de acuerdo en una cosa: había que D-E-S-T-R-A-B-A-R E-L C-O-N-F-L-I-C-T-O. Ahora lo que nunca se supo es el resultado, así que por ahora sigan comiéndose las uñas.
Pero sigamos con las excusas del Gabyto. El Gabyto, general al frente del ejército de José Dondemepongo, abrió la boca para tranquilizar a todos con el mismo cuentito de todo gremialista y dijo: “Hemos usado el diálogo de partes en conflictos laborales pero agotamos todas las instancias... ALL no dio uso de su presencia y esto queda evidenciado en ésta medida de fuerza”. La verdad, ¿quieren que les diga algo? Yo, así como me ven, no les creo a ninguno, unos por ser corruptos por la definición misma y los otros... bueno, también podría decir que la corrupción misma los define. ¿Vieron que los dos son cortaditos por la misma tijera?
Bueno, la cuestión es que gracias a éste voto unánime, los ferroviarios protestaron y los trenes tomaron una ligera siestita de 48 horas. Pero si había una forma de rematar el parito, quién mejor que el Gabyto para aumentar el incendio en ALL con el cuentito “Con una oferta acorde... ESTO SE PODRÍA HABER EVITADO”. Y bueno, es efectivo el cuentito: la paloma tuvo la culpa de chocarse el tendido eléctrico y siguió vuelo.
¿Entienden ahora porque esto es un Cuento Carioca? Y menos mal que los protagonistas son los de ALL así podemos seguir bailando tranquilitos el carnaval. Y el Apocalipsis todavía está lejos de ser.
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