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domingo, 30 de diciembre de 2007

Los cuentos de Bolívar y María Eugenia XXIV: La esencia de ser de 9059

A pesar de que me la paso yirando siento una certera soledad pasajera. Los ferroviarios que danzan conmigo son algo mero, de compañía 0. No sé ni me sale decirles a mis compañeras y colegas que quiero una persona que me sea una grata compañía en todo los momentos. Yo sé que hay una persona que me adoptó como usuario, no la conozco, nunca la he visto. Muero de ganas pero estoy harta de preguntarle al día por qué y por qué estoy desterrada en Spurr ¡Maldita sea! O amo, o muero...

Pero volví. Volví. Siempre tengo presente el sueño de conocer a mi Mecánico, mi encarnación. Nunca dije nada. Pero en Escalada se registró una llamada de Doris que me pidió que la auxiliara. En ese lapso que duró la llamada pude largar mi planteo y Doris me lo contestó clarito “Pasarás por un punto y verás alguien esperando tu paso, yo comparto demasiados momentos durante el año, el punto no es la estación, es a la vera de la vía”. Yo me quedé con el planteo, porque su respuesta no la entendí. Entonces le pregunté a Lanús que me descifrara la respuesta y me dijo “Mira, Doris se refiere a una chica llamada Valeria Vilcanota, ella para en una quinta a metros de la estación, salúdala que allí va a estar” y Bahía me agregó “Pues mira Mecánico, yo a ella la ví solo una vez y la ví en Plaza”. “Pero yo compartí un viaje más otro viaje accidentado y otra vez que la ví estaba en Adrogué muy bien acompañada... ella me miró y ambas nos acordamos de esa vez pero en su cara adiviné que estamos en deuda, mejor dicho, ellos están en deuda” continuó largando Lanús. Yo trataba de digerir pero bueno, si todo fue poco, se sumó Elisabetta “Vale Vicanota es una muchachita muy simpática que así esté a 5 kilómetros va a correr para verte, ya compartió momentos con A601 y bueno... digamos que Doris comparte la mayor parte de año con ella y que cada tanto le da dolores de cabeza”. Les pedí una foto de ella y Lanús me dijo que las fotos eran viejas, había pasado por una peluquería a retocarse el cabello crespo y voladizo al son del viento.

En el tiempo de preparación del material tuve tiempo de sobra para tratar de organizar cómo podía llegar a ella. Perdón, no estoy enamorada como Romina lo está de un personaje llamado Manuel, yo busco otra cosa y puedo asegurar que encontrarla me va a requerir del uso de una lupa. Bragado pasó por delante mío y me dijo lo siguiente “Mecánico, a tu encarnación Karpik he sabido verla en el decrépito andén 7 en Once con alguna persona. De luego que cuando te vea sentirá lástima por el indeseado trato que nos brindan, sus dedos de mujer son gruesos cuyas fuerzas superan por lejos a mujeres corrientes. Me hice el planteo de una muchachita fina pero tiene certeros rasgos como María del campo. La última vez que la ví fue un 25 de mayo bajo una lluvia de noche refugiada en unos vagones en Caballito. Hace mucho que no sé de ella pero Pico me dijo que la vió un día en Plaza danzando en un eléctrico rumbo a Ezeiza”. Quise saber cómo la podía identificar y me dijo “Identificar... Mmmm... es una muchachita como todas, pero es diferente” fue la respuesta que me dió y siguió viaje.

Esa mañana me adentré en la destartalada vía que conduce a Bolívar. Tenía la impresión de que más que a ser bombero salvador podía convertir mi viaje en un turismo aventura. Atado con alambres, claro. Pero como tenía que tomarme el tiempo del mundo, no me quedó más remedio que aceptarlo y poner agallas mías para no dar un tumba carnero yo también y ahí sí que vamos de racha... tuve la sensación de hacer subidas y bajadas, que los yuyos eran una alfombra rasa en la parte inferior del cebrado y que en los polvaredales de los pasos a nivel me desaparecía en medio de una nube de arena. Así pasé por un Amazonas llmado Arévalo. Aterricé en otras más de poca importancia para mí hasta que llegué a 25 de Mayo. Allí Doris me dejó una carta diciéndome lo siguiente:

“Mecánico:

50 kilómetros cuesta arriba hay un pueblo desecho, allí para tu encarnación. Seguro que sabes el nombre, ella aún no sabe.

Tu encarnación completó el viaje y fue la número 86

Doris – 7902”

Me guardé la carta como ayuda para ver. Luego salí en medio de un paisaje soleado y frío, al son del viento se disuadía el sonido de mi bocina. Muchos dormían la siesta, los niñitos estaban en clase y yo danzaba rumbo a Huetel por lo que alcancé a entender a Doris.

Llegué a un cierto punto. Estuve parada y al salir ví a una muchachita tal como me dijeran allá, verla fue un sueño hecho realidad, estaba lejos pero le regalé el saludo con mi bocina... en ese momento sentí que esa partecita estaba completa, que mi venida fue para bien. Le conté a Doris de lo que ví y mientras los bomberos de auxilio ferroviario iban y venían tratando de acondicionar el ambiente, Doris y yo aprovechamos para charlar. Ella tan luego me dijo “No sabes... Vale surgió de la oscuridad de una estación fantasma de la cual salí como cohete rumbo a la que sigue. Mientras me alejaba pude dar vuelta mi vista para no saber si ella se había perdido en el medio de la oscuridad y del frío de una noche estrellada... al estilo árabe”.

Me hice un par de viajes. Los días que dancé por el lugar allí estaba mi encarnación. Cuando llegué a 25 de Mayo mi encarnación me había enviado un mensaje, no lo podía creer, fue lo que me escribió:

“Estimada Mecánico:

Soy tu encarnación, es la primera vez que nos vemos y fue algo grandioso. Sé que sos el bombero del tren y los comentarios, bueno, ya sé que nos hemos convertido en la top de la semana y te puedo asegurar que esta se viene pesada, solo basta ver qué sucede los próximos días.

Saludos

MK.-”

Le respondí su mensaje así se lo tiro en una botella y ella me lo responde y me lo tira en la misma botella, le puse:

“MK:

Lo de top es cortísimo, nos faltaría ser Beldents. Pesada es poco, porque dentro de un cacho a la vía le va a pasar un terremoto por encima, como que el takraff no lo es, menos mal que es nuestro, peor sería tenerlo que buscar en otros pagos... Gracias por estar ahí Vale!

Saludos

9059”

Ay, huy. Estoy helada, no sé si mis motores querrán arrancar. Juro que hace un frío del demonio, me estoy muriendo, no puedo más acá a la intemperie. Solo quisiera que Fer Escalada venga a ponerme en actividad y proseguir este capítulo.

Y empecé mi viaje rumbo al lugar de los hechos. Mi encarnación me esperó, solo que también estaba muerta de frío, pero fui tan desconsiderada que ni siquiera le toqué la bocina porque se me había helado. Doris me pregunta cuando iba a salir de allí y le dije que faltaba poquito, le hice saber de las sospechas de mi encarnación. Ella me dijo “Si Vale Vilcanota estuviera cerca, de seguro se daría una vueltita por acá pero como estamos tan lejos... pues bien, te aseguro que el frío es fatal”. “No te preocupes Doris, yo hace rato que no recibo notis de Maribel 8456” le dije. Doris me dice “¿Qué tiene que ver Maribel con ésto? Maribel bien gracias por Junín, yo estoy enclavada en este podrido corredor, me tiene harta, siempre le rompo las guindas a Elisabetta 7928 de cuándo va a volver y ella me dice que busque algún monedero generoso que la saque de Maldonado”. “Vale Vilcanota ya había puesto en ella averiguación de antecedentes, en fin... será que a este corredor no lo quieren las otras que estás clavada por suerte día y noche” le digo. Pero Doris me retruca “¿Entiendes qué es estar podrida de rodar este ramal? Para cuando alguna de ustedes, las GT se meten, yo ya he danzado, yirado, bailado... pin, pam, pun”. Me quedo mirándola y en cierta medida tiene razón. Entiendo que esté harta de andar por este ramal.

Y me fuí para venir con el auxilio. Doris cuando lo vió me dijo “Me levantarán del forro mío para meterme en la vía, si no es por eso, creo que acá me quedo... bien, avianchi”. Yo le digo “Mira Doris, todo sea por volver a rodar los rieles” y ahí se cortaron las conversaciones. Mientras tanto, Vale Vilcanota, mi encarnación Karpik, me había hecho saber que vino un terremoto y es lógico.

El viernes logré rescatar a Doris. Al pasar por delante tuyo, Doris recordó verte perder en el frío de la oscuridad... camino a Plaza. Pero nos vimos al día siguiente pero no más, rodé de noche y te llamé para que me escucharas, no quería sacarte de la cama calentita... Karpik... encarnación mía, espero volver a verte.

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