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domingo, 30 de diciembre de 2007

Café Ferroviario XX: Venganza de los muertos pobres

Discurso leído por Lomas de Zamora en la trastienda de la estación Constitución ante todas las colegas de Metropolitano y de Ferrobaires:

“Muchachas de los rieles: hoy es un día especial, nos reunimos para celebrar este momento. No festejamos nuestras muertes, sino vamos a festejar esta revolución. No estamos al pedo, sepan bien: estamos para prestar servicios ferroviarios y esto no es un chiste. No estamos tomando mate ni rascándonos a ocho manos.

Chicas, así es como nos marginan. El Turco, desde arriba, si paraba, se creía Dios. No es así. Pero como dijo que a los tibios los vomita Dios, nosotras fuimos vomitadas por el Turco. Nunca pudimos permitir entristecernos y a quien le haya pasado esto, la venganza algún día va a venir.

Quienes podemos darnos el lujo de recordar los años, nuestra agonía llegaba en 1990 con los papeles, avalados por los Vaqueros del Norte y con la fiel e ignorante complicidad ciudadana argentina. Nosotras estábamos en una terrible confusión y anduvimos con la incertidumbre sobre nuestras espaldas. Tres años luego, en el trascurso de que se sucedieron algunas muertes, la muerte final llegó en 1993 para morir y quedar reducido a unas pocas, quienes estamos hoy aquí, contamos el cuento y nos ocupamos de que esto llegué a todos los rincones del país y que no se ignore, cuantos más lo sepan, más apoyarán nuestra causa.

Nos redujeron acá. Muchas fueron condenadas a muerte para siempre, con el arma que destruye desalmadamente los fierros: me refiero al soplete. Por la memoria de todas ellas, tenemos que seguir acá más firmes que nunca. Por nosotras que nos quieren matar también, también tenemos que resistir, porque algunas están por morir, otras resucitamos después de un largo Juicio Final, pero a la larga, somos el sostén de este gigantesco sistema ferroviario que nos considera pobres, porque dejamos hasta el alma por los trenes.

Bien sabemos todas que acá estamos para perdurar la existencia ferroviaria. Nos quisieron limpiar, pero les fue imposible arreglarnos. Lo que sepamos y pensemos nadie ni nadie podrá impedir que nos lo quiten.

A todas ustedes, que cantamos en libertad, que soñamos en libertad, que nos damos la mano en libertad, hagamos oír nuestras voces, que nos callen no es raro que lo quieran hacer: a ciertos no les conviene que hablemos, pero por detrás la cosa estalla y sentir en libertad es lo mejor que hay, que se sepa bien que nada ni nadie podrá someternos.

Bien recordemos la historia: ellos nos mataron, pero también se mataron así mismos. Mataron a Ferrocarriles Argentinos para luego devenir en un ambiente enrarecido con olor a privado. Quisieron borrar las huellas estatales, pero fue imposible. Acá no hay nada de privado. Eso nos hicieron creer en 1994. Por 10 años nos masticamos el sapo con Metrovías, TBA, Ferrovías y Metropolitano. También nos masticamos otros sapos con TUFESA, NOA, TEA y las cargueras. Nos dijeron que nos quedemos tranquilos porque todo está bajo control, pero eso es una mentira pura.

Yo sé, sé que la línea Roca, nuestra casa, está muy caliente. Con Ferrobaires y Metropolitano como vecinos, entre manos lo sabemos. Pero la cosa no es diferente en las otras líneas. La peor es San Martín.

Así como deviniera Metropolitano, aparecieron despacio ciertos personajes. El primero que sonó fue Fernandito, pero como vocero hacía las veces de un títere manejado por la empresa. Montoto, el tan mentado inventor de las maquinistas expendedoras de boletos, vino a hacerse la América y Metropolitano le era poco, se hizo también con Materfer. Apareció otro personaje tan noble como unas Iglesias pero tan podrido como su prontuario. No hacía falta ver su mentalidad, con los antecedentes solos bastaban y con la complicidad del Turco se hizo posible el nuevo sistema llamado lisening, que no es otra cosa que un alquiler de locomotoras. Así aparecieron colegas extranjeras, que nada entendían del asunto, pero nosotras, las nacionales, nos ocupamos de abrirles tan pronto la cabeza como se pudiera: es que si no lo podían asimilar, era porque no lograban entender que no estaban hablando el mismo idioma y por ser nuevas, pagaron y repagaron el derecho de piso. La cosa era sacar las papas del fuego. Las nacionales ya estábamos a punto de morir y nos salvamos por un pelo. Y nosotras desde nuestro lugar veíamos a la tragedia. Y no la eludimos: la tenemos encima nuestro. Para todo esto, el Turco ya se había borrado del mapa y nosotras contentas a medias.

Chotas, fieras, pesadas, porquería o basura, pero somos locomotoras. Con el mantenimiento que corresponde, somos la gran potencia en los rieles. Lo que pasa es que les conviene que nos hagan creer que somos una porquería, pero algún entendido diría con letras claras que es el berretismo lo que mata. Sin olvidar la historia, es un engranaje de piezas que todas entre sí encajan perfectamente: llegó la debacle 02 y ustedes, sí a ustedes me refiero, hubieron de pagarla cara. Un encierro determinado por una justicia indiferente a los ojos febriles determinó el desbarajuste final. Así se vió San Martín. Belgrano Sur logró atenuar las consecuencias y en el Roca otra vez empezó el calvario con destino a la muerte. Mientras ustedes, sí, extranjeras General Motors, hermanas GT’s y G’s lloraban su encierro, yo, Lomas de Zamora, he pagado también parte de sus culpas. Mientras ustedes seguían llorando su encierro, yo seguía con la torturosa tarea de sacar las papas del fuego a esos ladrones de renombre verde, Metropolitano. Y ustedes, vecinas de Ferrobaires, hubimos de tener por intrusa a A601 quien hizo buena letra, no dejó huellas de su paso, se ocupó de borrarlas lo suficientemente para olvidar su paso. Yo no, por las desgracias. Y bien todas lo saben, las cosas no se detienen en los rieles, llega hasta los talleres donde los vapores perduran su existencia burlando el soplete. Sí, somos muertas, pobres y ahora tenemos sed de venganza. Y hemos de saciarla. Bien sé que caí muerta por pobre, que me tiraron porque me quemé con los trenes a La Plata. Me tiraron en Escalada –o Escalda como dice Patagones-. Me dejaron hasta que mis patrones vinieron al rescate mío y recobré vida. La vida perdida mientras ustedes seguían su encierro. Si no fuese por la Caja Boba, nadie se enteraba de que hacía más de un año se había dictado la sentencia. Pero la prensa fue tan rápida que el Pingüino con su rebelión aparatosa de hacer rodar a los trenes se puso para llegar a su logro y ustedes volvieron a abrazar esa tan añorada libertad arrebatada por unos ladrones malparidos como dijera firmemente Argentino Luna. Y todas aplaudimos, fue el inicio de nuestra revolución. Se rumoreaban cambios. Pero todo siguió tal cual. Y de nuevo la incertidumbre. Pero ustedes ya estaban libres, ya eran dueñas de andar por donde quieran, aunque los pasajeros padecieran el resto de los problemas.

Es así como un día normal de miércoles 23 andando tuvimos una clara excusa de reunión y por esa estamos nosotras congregadas aquí, no somos un Congreso como en Tucumán en 1816, somos un puñado tan solo de máquinas que buscamos y anhelamos un futuro mejor. Así como se dieran los hechos, hemos sido triunfantes al saber que la concesión en San Martín ha caído y la mayoría de ustedes que padecieron el encierro, llevan encima de ustedes un color más colorido que nunca, decidieron empezar a trabajar con más júbilo que nunca porque bien saben que hay una nueva esperanza detrás nuestro. Pero oímos a los pasajeros que la cosa no va para mejor. Pero como la esperanza es lo último que se pierde, no bajamos la cabeza. Solo este anuncio efectivo es motivo de festejo, y lo digo y reafirmo a los cuatro vientos, nosotras tenemos sed de venganza y es necesario que quienes se ocupan de nosotras lo tengan presentes, hay que mostrar la parte más dura de nosotras, que podemos tomar las riendas de este gran sistema ferroviario, bien lo sabemos, que ahora se abren nuevas puertas y ahora nos toca peticionar.

No tenemos vergüenza. Tampoco miedo. Nadie nos va a atormentar ni amedrentarnos bajo ningún aspecto. No nos importa, más comprometidos que nunca, con todo al alcance de todos, estamos contentas, porque los ciudadanos aprendieron la lección: quien fue el que nos mató y ahora ustedes mismos piden nuestra resurrección, nos piden perdón y es bueno reconciliarnos, a ustedes les agradecemos que nos den una nueva oportunidad y que estén dispuestos a tomar con armas que nadie nos va a pasar por encima. Estamos dispuestos para decirles que si no se portan bien, les va a pasar lo mismo que a los antecesores. Es por eso que aunque seamos unas pocas acá, este mensaje llega a todos los lugares, por radio, por escrito, de alguna forma, va a llegar.

Muchachas locomotoras y ciudadanos: con las manos en alto, con la bandera flameando en lo más alto posible donde todo el mundo la vea, estamos para decir que estamos haciendo a nuestra manera la nueva Generación en Ferrocarriles”

...

Discurso leído por Natalia en el patio de Retiro Mitre:

“Chicas, bien sabemos la causa por la cual estamos hoy acá. Ya saben muy bien el mensaje de Lomas de Zamora. Todas lo tenemos entre manos. Pero todavía quedan cosas por ajustar, saben todos que nuestros casos son de vida o de muerte, por eso se las quieren dar de salvadores y son los diablos personificados.

Así como hemos visto nuestra muerte en primera persona, así algunas pasamos ese filtro. Es de común saber la desaparición por siempre de muchas colegas nuestras. Es de común entendimiento que pasó en nuestra historia, vino un Turco desde arriba y se las dió de Dios y nos vomitó. Lo hizo al vigésimo piso del infierno.

Hoy tenemos un buen motivo para festejar: si en Metropolitano había sed de venganza, nosotras también la tenemos, porque no pasamos por indiferentes, no nos podemos dar el lujo de hacer eso. Allá en Spurr hubo fiesta, en San Martín hubo brindis, en White otro tanto y las chicas de Rosario, Tafí, Concordia, Mecha y Maldonado también fue fiesta. Porque esta fiesta es que los muertos estamos vengando nuestro calvario, nuestra denigración.

Y esto es modelo para todos los demás: si no se portan bien, les va a ir igual que a Metropolitano.

¿Qué será de quienes están a la espera de una decisión judicial? ¿Será que Yoly aún no puede mostrar su venganza?

Y dedico esto a Yoly y su fiel compañera Mercedes. Tantas compañías en viajes así terminaron en una separación. Aunque se vean las caras seguido, es imposible olvidar la historia escondida detrás de ella. Algunas se la guardan, otras quieren escupirlo y eso le está pasando a Bragado quien desde Sarmiento mira con bronca a sus vecinos de TBA. Lo mismo debe de estar pensando Pico y otras colegas. Sí, la misma justicia que encerrara a nuestras colegas de Metropolitano, esa fue la misma que cajoneó el juicio entre TBA y el ONABE y la indiferencia hizo que ella fuera donante de órganos obligadamente, tan luego para ver después a 9039 andando de vuelta, es tan luego un trago amargo por el cual tenemos la ira encima. Ella 9039 no es culpable, es tan víctima como nosotras de las acciones que ellos concretan. Así pasaron los años. Puede que una vida también, porque que Yoly vuelva a ser lo que era, parece que falta mucho todavía.

Pero las cargas no se escapan de nada. Mis patrones no serán los santos devotos del alma, ni tampoco NCA, pero FR y ALL más vale que se desaparezcan, un conocido refrán dice “Más vale perderlos que encontrarlos” y como con este acontecimiento de la rescisión del contrato a Metropolitano, tenemos un motivo especial de fiesta, porque estamos seguras de que K va a hacer una revolución ferroviaria. Pero K no la hace solo, me corrijo, nuestra rebelión de andar es la que más vale”.

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