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domingo, 30 de diciembre de 2007

Café Ferroviario XIV: Tragedia Metropolitana II

Lomas vio hace un tiempito atrás la tragedia metropolitana, de como era tan fácil caer en los abismos más hondos gracias a ciertos personajes. Pero pareciera que la cosa ya no se logra ocultar en ninguna parte, todos la ven, todos lo saben. Y ahora un medio mundo entiende el porqué.

En el patio al aire libre aterrizó Nancy, se extrañó de estar en Escalada. Le hacía compañía Mercedes. Y luego a los cinco minutos estaría presente Macarena. “Pero a esto le falta algo” – dijo Mercedes.

“Si, claro, las chicas de 4” – contesta Macarena.

“Pico... Karpik...” – dice Nancy.

“No Nancy, están allá, ni lo sueñes...” – le contesta Macarena.

Con la lengua afuera llega Menéndez “Siempre que circulo por ahí, encuentro las cosas podridas” – dice.

“¿Dónde?” – pregunta Bragado.

“Pará Menéndez – dice Altamirano – el donde es la M”.

“¡Yo sí!” – exclama Chascomús

“¿Qué le pasa a Chascomús?” – pregunta Nancy.

“Espera a que conteste” – le responde Mercedes.

“Metro... Metropoligarcha! Ji, ji!” – dice a los cuatro vientos Chascomús.

“Y miren este sector, ¡Miren quien habla!” – dice Temperley.

“Mejor no metan las narices en Maldonado...” – dice Macarena.

Menéndez la mira a Macarena y le dice “¡Vos te crees que somos o nos hacemos las gilas!”.

“¡Bajenle los humitos la, la, la, la!” – hace burla Dalceggio.

“Milagro que Dalceggio haga burlas...” – acota Mercedes.

“Bien, como dijo Chascomús, el asuntito de Metropoligarcha parece ser una comedia tragicómica” – dice Menéndez.

“Yo diría que ese cuentito de Metropolitano que se garcha, esfuma o aspira viene de hace años luz” – dice Macarena.

“¿Te parece? Creo que desde que tengo uso de razón, al San Martín no supe que era que le funcaran todas las locomotoras” – dice Chascomús.

“Fijaos en una cosa: hace unos varios años atrás, en el San Martín había como 20 locomotoras y solo andaban 5 o 6 y hoy por hoy, 2004, seguimos igual que cuando vinimos de Puerto Palos” – dice Nancy.

“Argentina, año verde” – joroba Chascomús.

“Y después que la televisión hizo un cacho de quilombo, las chicas salieron del encierro” – se atreve a hacer una burla Altamirano.

“¡Ni digas! Igual siguen todos colgados ¿verdad?” – dice Nancy.

“Y bue... ya probamos una hipótesis y no resultó, será que habrá que probar una segunda hipótesis a ver que pasa” – dice Temperley con lenguajes científicos.

“Yo te lo explico Nancy: los servicios siguieron siendo una tomada de pelo al público” – dice en un lenguaje bruto Chascomús.

“Ya lo creo...” – dice Nancy.

“Ya lo creo que siempre nos meten en el cerebro el cuentito de que los servicios van a mejorar en poco tiempo” – dice Macarena.

“Y luego se olvidan, que vamos a hacer, promesas que se diluyen. Nuestros trenes nunca serán lo que tienen que ser...” – dice Menéndez.

“Como ciertos personajes dijeron que seremos un país soberano el día de la escarapela” – dice una ironía Bragado.

“No hay problema chicas: los trenes serán soberanos el día de la escarapela” – hace burla Dalceggio.

“Con mucha razón, el día de la escarapela veremos que en los trenes de Metropoligarcha Saint Martín la gente dejará de viajar como sardinas enlatadas” – dice Temperley.

“Temperley, las sardinas enlatadas no se escapan por ningún bujero de la lata, acá rebalsan, así que son una especie de ramillete y así nos va luego...” – aclara Mercedes.

“Y eso que no metieron las narices en los talleres en Retiro. Por lo que me dijo La Chabona, dice que allá adentro hay mugre, locomotoras a patadas y varias desmanteladas, y otro grupito están presas por ser culpables sin arte ni parte” – dice Menéndez.

“¿Culpables de qué?” – pregunta Macarena.

“Resulta que varias chicas quedaron presas porque Metropoligarcha no garpó el alquiler y bueno, ese es el resultado que trajo” – contesta Temperley.

“Pero Temperley y Menéndez: ¿no se acuerdan que Altamirano dijo que ya habían salido del encierro?” – les recuerda Bragado.

“Raro que Altamirano no le haya recordado...” – agrega Chascomús.

“Ah, si, si, lo que pasa es que ando un poco por los aires...” – responde Temperley.

“Ya lo creo... si en la línea San Martín la cosa es de terror, acá no está mejor que digamos” – dice Mercedes.

“Chocolate por la noticia” – dicen Dalceggio y Chascomús a la vez.

“Vaya novedad que el ramal a Korn es un desastre, no mejor que a Ezeiza y sin comentarios a Haedo...” – comenta Bragado.

Pero bueno, acá todos somos auxilio de todos, por ejemplo, el Roca permanentemente vive auxiliando al San Martín en materia de tracción, no se prestan las estaciones porque no se las puede mover” – dice Dalceggio.

“Puf, alguna vez me dijeron que los vagones del servicio eléctrico son de lo peor” – dice Nancy.

“Mmmmm... Sin comentarios Nancy” – contesta Chascomús.

“Si en el Sarmiento también viajan como ganado en el eléctrico, después nos sorprendemos del San Martín diesel” – dice Macarena.

“Y otra cualidad importantísima de Metropolitano” – agrega Mercedes.

“¿Cuál?” – preguntan Nancy y Macarena.

“Lo diré yo – dice Bragado – Esa fiel capacidad de prometer y dejar todo inconcluso”.

“¿Cómo es eso?” – pregunta Macarena.

“Fácil: prometieron la eléctrificación hasta Varela y por el momento, naranja y media” – responde Bragado.

“Y bueno muchachas... Menem lo hizo” – dice Dalceggio.

Las demás se miran. Chascomús dice “Los argentinos por la boca morimos”.

“¿Y por dónde más morimos?” – pregunta Nancy.

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