Bendito a aquel ingeniero que nos ideó por la vez primera
Y que después hicieron perdurar nuestro legado
En diversos modelos perduramos siempre la existencia
Sin importar el sitio geográfico
Si no fuera por nuestra existencia
A ustedes, grandes hermanas que hacen de esas doce ruedas
Doce grandes garras que ponen todo dejando mucho de sí
A la orden de quien las dirige
Ustedes tienen muy en claro que todo lo comprenden
Pero les digo que nosotras nada comprendemos
Porque nunca se sabe cuando decidimos saltar de nuestras ligaduras
Para expresar nuestra rebeldía en libertad
Pedimos perdón si somos causa de acontecimientos
Reverenciamos a todos los caídos en servicio
Con nuestras bocinas damos aviso de nuestra presencia
Para levantar los saludos de todos a la vera de la vía
Perdona, si es posible, a quienes velan por nuestra seguridad
Por nuestro correcto andar
Castiga, sin temores, a los responsables de tanto daño
A ellos, porque fueron los culpables de tanto daño
Perdonen, también, a quienes están atrás de ustedes
Algunos lo están por amor, pero otros… por la mera obligación
Vaiga los tiempos que corren que son los responsables
De que unos y otros se coman entre sí
Sigan alumbrando con sus luces los senderos
Sigan haciendo ruido, mucho bochinche les sugiero
Porque si en las vías existen amigos incondicionales, vengan, aquí están
Esperando el eterno tren de pasajeros.
Y si nosotras no existiésemos ¿qué sería del sistema ferroviario?
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