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lunes, 10 de agosto de 2009

Café Ferroviario II: Todo orejas Pepito

Puedo tocar tu madera… sentir tu alma tranviaria

Cuando me tumbo en algún asiento tuyo

Con pasajeros amigos a solas y solas

Con café de por medio, celular en mano, marchen las pavadas

Marchen las pavadas habidas y por haber

Desde el desalineado jefecito de tráfico

Hasta el pelado conductor quejoso de su gorra

Pasando por alguno……………… salido de la reserva

Y este cuyo trabajo es muy simple: calcinarlos en un mísero relato.

Y sí Pepito, así sos tú, así somos quienes ponemos los pies encima de ti

A nada hace los visitantes, todo un mundo aparte

Porque quienes te acogen acaparan todo

Así fue como en un día, bah, un rato de noche de vagos atorrantes

Nos despachamos a gusto y desgusto,

Como si te dieran la orden de salida desde estación Temperley

Y sí amigo Pepito, una cosa es convivir con la roña de un taller,

Otra muy distinta es mostrar al público la desprolijidad del jefecito de tráfico

Por suerte, va escondido atrás, así que digan todos

“Ojos que no ven, corazones que no sienten”

eso sí, más que juntar dinero para la entidad, pedí una colaboración

así comprás un jabón blanco, manguera y champú,

y unas ropas extras no vienen mal

ah, también comprá un par de prestobarbas así le rasuras esa barba crecida!

Amigo Pepito, tenés un aguante de acero y gracia, posta nene!

De aguantar al pelado quejarse de su gorra

Que le aprieta las neuronas… o que la pelada no respira… tal vez… supongo

Pero esta vez sí respiraron: la gorra hizo un baile en la cabeza de quien aterrizó

¡Qué fiesta chico!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! ¿O fue la felicidad del conductor?

Y sí Pepito, ese eres tú:

Alma, corazón, mente, sentimiento y piel tranviaria.

Así son ellos,

Y yo la visitante: luego los calcino en este humilde relato

En especial cuando se sacan los ojos entre ellos

Puf, si estaré curao de espanto

Vos Pepito bajá el trole

Y yo los calcino para la vergüenza ajena.

Mejor ni recordar

Los recuerdos lastiman ¿verdad?

Desde la colorada con el campo de juego raso

Hasta el imbancable Vinagre Menoyo

Y lo vuelvo a dejar patente Pepito:

De mi pluma, nadie, pero nadie

Se escapa a acabar calcinado…

Ah……. No se preocupen, lo de calcinar,

No es por la catenaria ni el tercer riel…………….

¿Vale esta aclaración? Ya saben a qué me refiero………………

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