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lunes, 10 de agosto de 2009

Café Ferroviario II: Ferrobaires suicidio

Observaciones: Toda coincidencia con la realidad es pura casualidad (¿Quién no quisiera que sucediera de verdad?????)

Mar del Plata, 17 de julio del 2008. Por las vías, los ferroviarios asedian la estación ferroviaria. La estación es un campo de batalla: corren y corren, directivos para salvarse, ferroviarios más dispuestos a descargar su bronca que en mantener la calma. La suerte de varios directivos estaba sellada: habían empezado colgando a varios, con diversos carteles, tales como “Mi actuación no es Positiva”, el cadáver de Guarini con la inscripción “Yo renuncio, le pido laburo a Liberali”, otro cuerpo colgado portaba la leyenda “Yo voté a Trezza”, a su lado estaba colgado un delegado de la Unión Ferroviaria.

En la huida, Condorí le dice a Trezza “¡¡¡Tenía que haberme rajado a Brasil como José Pedraza!!!!”.

“¡¡¡Espero que Avogadro por fin se pegue un tiro en las bolas!!!” – le contesta Trezza.

“Y aparte, un garpó un joraca las Carpas!!!”

“¿Carpas? ¿qué carpas?”

“La guarida de Constitución……….. la vació íntegra, la desde su llegada”

“¿Y Mar del Plata?”

“Vamos en caída libre boludo!”

La estación ferroviaria donde está el bunker de Ferrobaires marplatense es bombardeada desde el aire por aviones militares. En el sótano, hay varios directivos.

“Mire Avogadro, de un tiro en las bolas, no muere nadie… Mejor un tiro en la cabeza, si te tiembla la mano, le pegás al… al nervio óptico, así quedaste la última vez que lo hiciste. Mejor mordé la cápsula de cianuro de soja y después pum!”

“¿Me dará tiempo?” – pregunta Avogadro a uno de los directivos.

“Mejor, no retengas la cápsula, los vueltos te caen mal”.

En otra oficina, había más directivos reunidos alrededor de una mesa, tomando un aperitivo. Aparece Trezza “¡¡El directivo Condorí se tiene que suicidar antes que Avogadro!! ¡¡Búsquenlo!!”. Dos directivos se levantan de sus sillas y salen a buscar a Condorí “Condoriiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, veniiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii”.

Aparece Condorí “¿Qué acontece muchachos?”

“Sin preguntas Condorí…”

“¡¡A ver Condori!! ¡¡¡Tragate la píldora!!!” – le dice Trezza y entre tres se la hacen tragar. Al cabo de quince minutos solo es un cadáver.

“Bueno, sin Condorí, ya no vale la pena vivir…………” – dice Trezza.

Afuera, la estación de trenes es un caos total, la playa está totalmente incendiada. Los ferroviarios que la asediaban avanzan “Qué lo parió Liberali, terminó como Nerón pero al revés”.

Liberali le contesta a su compañero mientras entre todos queman los cadáveres “En lugar de quemar a los ferrocarriles, solo se quemó a él y su puta dirigencia”.

“Que el Barbudo los salve a todos estos, el lugar en la historia ferroviaria bonaerense lo tienen bien merecidísimo”.

Como si todo fuera poco, volaron la estación de trenes.

“Listo Liberali, sin estación de trenes ya hicimos la limpieza de larvas que ensuciaban el nombre de Ferrobaires. Ahora………….. ¿qué se le ocurre al respecto?”

“Sin Avogadro, sin Trezza, sin Guarini de ninguna especie, ni estos chupamedias de delegados forros de sindicatos, podemos hacer una Ferrobaires hecha y derecha” – sugiere Liberali.

“Mientras que no terminen diciéndonos que seremos una patria ferroviaria en el día de la escarapela…………” – comenta resignado un cuadrillero.

Así estaban todos los frentes, viendo el incendio en la playa y las ruinas de la estación. Del otro lado del paredón, los micros andaban como que si nada hubiera pasado.

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