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miércoles, 26 de marzo de 2008

Los cuentos de Bolívar y María Eugenia LXIII: En el nombre de los trenes II

2ª Parte


La caravana de las locomotoras seguía: en Moreno se llevaron a Flor y siguieron rumbo a Mercedes, donde tomarían un desvío para aterrizar en Retiro. Pero ignoraban que las cosas en Retiro estaban haciendo un tumba carnero. Mientras permanecían en Retiro, una señorita apareció y les dijo “Chicas, destaco su amabilidad de querer acompañar a Marina, pero no pueden estar con ella”.

“Mira, vos vete a dónde estás, ve a ocupar el lugar de Ariadna, nosotras nos arreglamos” – le dice Marina.

“Yo solamente lo hago para evitar mala sangre con tus hermanas” – le dice Ariadna.

“Ve tranquila, yo me ocupo de hablar con ellas” – le dijo Marina para tranquilizar a Ariadna.

“Tranqui Ariadna... nosotras no vamos a meter presión de ninguna especie... somos lo suficientemente autónomas para rodar nosotras mismas” – le dice Silvina.

“Bueno, yo me quedo tranquila que ustedes van a respetar las decisiones que se tomen respectivamente” – le dice Ariadna y las deja.

Cuando Ariadna se va a la oficina, Maribel les dice “Si esta gila supiera lo que nosotras tramamos”.

“No te preocupes Maribel... en la vida siempre tiene que haber boludos idiotas” – dice Yoly.

Pasaron las horas y despacio llegaron TT01 y Peperina. También fueron llegando en tropel algunas chicas de Spurr para por último las restantes. Peperina dice “Miren la caravana”.

“Ah, si, son las chicas de Escalda, Hospital 4, Kilo 5 y la Pitonisa” – le responde Maribel.

Finalmente todas lograron juntarse en el Patio Retiro. Marina les dice “Chicas, me voy a llevar la formación, esperenme acá”.

“¿Qué pasa afuera?” – pregunta Bolívar.

Y Mercedes hace de periodista, relata “Está acoplando vagones... ahora está en marcha atrás con el tren por los cambios... ahora se metió en Retiro... ya estacionó”.

Maribel también podía oír lo que sucedía afuera. Justo en ese momento que todas estaban más mudas que nunca, empezó el acto “Maldición... empezaron con esos estúpidos actos políticos” – les dice Maribel.

“¿Y hasta cuándo habrá que aguantar ese acto?” – pregunta Sierra.

“No sé, y Marina debe permanecer como soldadito de plomo ahí... la pucha!” – dice Maribel mientras sigue espiando.

Pero Bahía también espiaba por una endija, dice “En el escenario están... Jaime... Ochoa Romero... el otro... el otro... ay, pará A625 no me rompas las guindas carajo! ¡Quiero ver las caripelas la pucha!... el otro... ay! ¡Basta Mariela por favor!”.

“¿Qué quieres que haga Bahía, si acá estamos todas como sardinas enlatadas?” – le dice Mariela.

“¿Quiénes son los otros Bahía?” – le pregunta A625.

“A ver... Cimo y otros chabones de Fevías y NCA que no se sabe quienes son” – dice Bahía.

Mientras en el Patio de Retiro estaban todas escondidas, del otro lado, el acto se sucedía y Marina no le quedó otra que disimular su ironía para hacer un poco de tachín – tachín politiquero, aunque en realidad ella deseaba urgente pirarselas con sus hermanas. Mientras en la estación se desarrollaba el acto, Marina escribe un papelito, luego hace un avioncito y se lo tira a Mercedes. Mercedes levanta el avioncito, lo abre y lee “Ustedes salen cuando yo les diga que salgan”. Mercedes pasó el papelito a todas pero al llegar a las manos de A905 lo rompió. Por ello, la querían matar a A905.

Marina empezó a mostrarse un poco inquieta con la formación, el volumen de los discursos era más que suficiente como para que nadie supiera que por detrás estaba charlando con sus hermanas:

“Chicas... ¿cómo están?” – pregunta Marina.

“Mmmmfffttt!!!” – dicen la mayoría.

“Esperando salida” – le dicen Yoly y Mercedes.

“Por ahora hay largo con esta tarra... ya me tiene las bolas llenas” – dice Marina.

“Tirales una dinamita... que se yo, haz algo para entretener al público” – dice A905.

“¿Público? Acá no hay público, solo están los capos and company pero el público, cero redondo a la izquierda” – dice Marina.

Terminó de decir la frase y el acto culminó. Por atrás Bahía dice “Por fín se acabó ese bendito acto... pensé que tenía que aguantar de por vida esos tarados hablando y hablando estupideces sin sentido”.

“Tranqui Bahía, ellos mismos son idiotas, necesitan un poco de avivol” – le dice Luciana Belén.

Del otro lado, las autoridades ingresan al andén e inspeccionan el tren. Marina seguía ahí paradita. Y empiezan los flash de las cámaras de fotos y por ello, Marina empieza a inquietarse. Medita para sí misma “¿Por qué no me puedo soltar y me voy con mis hermanas en vez de aguantar tantos payasos juntos?”.

Después le pusieron banderitas a la locomotora. Marina masticó “oh no! Banderitas... Maldita sea mi suerte por favor... que truchada más grande jamás vista en la historia!”.

En el Patio, Maribel le dice a TT01 “No quiero pensar en todas las cosas que se debe estar masticando”.

“Mejor dicho, lo que se debe estar tragando...” – le dice TT01.

Por ultimo, terminaron posando a bordo de la locomotora. Marina le tiró un papel amarrado a una piedra “Motores en marcha que ya nos vamos, ya se acaba toda esta movida”.

Finalmente el tren se puso en marcha. Todas esperaban a la orden de Marina de salir. En el patio vieron todo. Yoly exclamó “¡Tanto bombo y platillos para la salida del tren! ¿Por qué no le dieron la salida y se acabó?”.

Al rato de haber salido, Mercedes recibe la llamada de Marina “Vamos chicas, ahora sí”. Mercedes avisa a las demás de que se puede iniciar la caravana.

La caravana se puso en marcha. Una multitud se puso en marcha rumbo a Córdoba, aunque ellas permanecían lo más lejos posible para que no supieran que ellas estaban pasando por encima la orden de los directivos de Ferrocentral.

Al inicio el viaje fue normal. Marina iba con el tren bien, y cada tanto llamaba para preguntar cómo iba la caravana. Pararon en Rosario y luego siguieron viaje. Pero todo se complicó cuando descubrieron a Marina que llamaba a la caravana que venía por detrás del tren y le cortaron la línea. Luego la cosa se terminó se complicar cuando Luciana Belén hizo pumba y María Elena descarriló. Luego de estar largo rato para volver a la vía a María Elena, siguieron viaje.

Maribel le preguntó a Mercedes qué pasaba con Marina. En vano trataban de llamar a Marina pues nadie respondía. Los kilómetros se fueron sucediendo y si algo más podía sucederle a la caravana, era que Chivilcoy se incendió y Fati plantó bandera “Viva el paish bananero” – dijo.

“Genial... matafuego para Chivilcoy” – pide Verónica.

“Tomá, tomá” – le dice Bahía a Verónica.

Verónica le esparce el contenido del matafuegos sobre Chivilcoy, que de ahora en más, iría de remolque.

Siguieron el viaje y 22 por estar al final de la caravana, fue chocado por un auto que lo sacó de la vía. “Cha, cha!” – dice 22 a Peperina.

Peperina no lo escucha. 22 vuelve a decir “Peperina”.

“¿Qué 22?” – pregunta Peperina.

“¿No te das cuenta de que algo falla?” – le dice 22.

Peperina se da vuelta a mirar y ve que 22 va fuera de la vía, llama a Candela “Cande: ayudame”.

“¿Qué pasa Peperina?” – le pregunta Candela.

“Tengo a 22 descarrilado y chocado, por lo menos lo volvemos a la vía y sigamos viaje”.

Otro rato les demoró poder volver a la vía a 22. Y Lupe dice “Somos demasiados en ésta vía”.

“¿Por qué muchos?” – le dice Jo a Lupe.

“¿Y qué te preocupa Lupe si a ti te lleva de remolque Carolina?” – le dice Belén.

“A mi no me preocupa que me lleven de remolque, me preocupa que los autitos no esperan que pasemos nosotros” – dice Lupe.

“En eso tienes razón” – dice Belén.

“¡Ya podemos seguir viaje!” – dice Candela y la marcha se reanuda.

Entre las pérdidas de tiempo que tuvieron por desperfectos, Marina había llegado a Villa María donde estaba parada por actos políticos. Mientras se sucedía el acto, la caravana logró llegar pero tuvieron que quedar lo suficientemente apartadas para que no las descubrieran.

Luego de un rato, siguieron viaje. Marina continuaba con el teléfono cortado y la caravana por detrás seguía, aunque ésta vez Pinamar tuvo un principio de incendio “¿Será que venir a éstas tierras me incendió?”

“Mira, no nos vamos a espichar todas juntas” – le dice Miramar a Pinamar.

Pero Mabel plantó bandera “Aucha! No! Otra vez no!!!!” – dice maldiciendo.

“Bien conocido es que dicen que las ALCO de NCA revientan” – le dice Paola a Mabel.

Otra que también dio cuentas fue TT01 cuando se quedó en la vía por falta de combustible “Chau! Mis chiches están bien sequitos ¡Guau!”.

Aunque otra que casi explota es Carlota “Ops!!!! Uuuuuuffffffff!” dice mientras abre su puerta y sale humo por falta de agua.

“¡Sos boluda o que tienes en la cabeza!” – le dice Pico a Carlota.

“Bueno, no pensé que me fuera a quedar sin agua” – le dice Carlota.

“¡Bueno las pelotas del chancho! Te fundis y ahí si que adios” – le dice Pico.

“Supongo que hay agua en Córdoba” – le dice Carlota a Pico.

“Sí, a menos que sea agua con uranio” – le dice Pico.

Marina llegó a Córdoba con el tren. Estaba muy molesta por todas las cosas que debía soportar. – Continuará...


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