Hoy señores voy a demostrar una teoría. Así como Tato Bores demostró que Todos aman a Menem, yo voy a demostrar lo mismo, pero con ALL. Resumido sería así: Todos aman a ALL.
Tanto yo como mis hermanas vemos con mucha preocupación como día a día nuestro sistema ferroviario se hunde a pasos agigantados, como el Titanic, en tanto que si hacemos un poco de memoria, Pescarmona inició el hundimiento y los sucesores, los monos de ALL, lo están hundiendo totalmente gracias a su odiosa desidia, por llamarlo de una forma. Lo que yo sostengo que ellos hunden, para ellos es la creciente obsesión del sabotaje, pero ¿no es acaso los sabotajes son materiales? ¿o ahora se inventaron los sabotajes verbales y escritos? No sé, pero la cuestión es que a los monos les preocupa el desprestigio de todos los sectores habidos y por haber, pero más que desprestigio, hay que decir la verdad sin pelos en la lengua, lástima que hiere como una puñalada directo al corazón. Por si no lo notaron, lo que para ellos es un sabotaje, se ampararon en el “Derecho de Réplica” y, hablando mal y pronto, como político obsecuente, recurrieron al remedio de las rectificaciones y aclaraciones. Aunque les vaticino algo: si logran que alguno les crea, ya es un milagro, pero el descreimiento va a la cabeza.
Casi como una moda, es un clásico argento decir que somos “argentos hasta la médula espinal” pero la tarra proviene de otras tierras, en este caso, las verde – amarelha. Qué bien amamos nuestra patria que después terminamos pintando banderas brasileras y estampando lemas en portugués a nuestros vehículos. Menos mal que San Martín está bajo la tumba, si resucita y ve esta atrocidad, lo fusila a todos!!!
Primer justificativo del cuál se ataja, como arquero de fútbol: el perjuicio a la compañía y los laburantes. Déjense de romper las pelotas! A ustedes les importa un comino el laburante, porque como se pregona en los principios del capitalismo globalizado en el cual se vive, oveja que no sirve, oveja que vuela y vamos por nuevas ovejas y con respecto a la compañía, basta que les quede en sus arcas unos cuantos verdes, el perjuicio externo es invisible.
Casi como Jesucristo, vinieron a salvar del colapso al sistema: bajo el cuentito de que en la línea Urquiza había una cuarto de tren por semana, que el material rodante estaba directamente pa´ los tachos de tanto uso, uso, uso, uso... y uso... bueno, no podemos pretender que las cosas duren ETERNAMENTE! Algún día se tienen que acabar... y que sin ningún sope para hacerlo caminar dos centímetros, hicieron de los milagros el arte ingenioso de la modernidad sobre los vagones... claro, como ficha ´e dominó: aumenta tráfico = aumenta reparación de vagones = AUMENTAN LOS VAGONES EN SERVICIO! Pero... pero... pero les digo que los vagones no acaba acá: parece que con las vías hay una suerte parecida, pero hablando mal y pronto, de esas voces que chiflan y desparraman demasiada verdura, nosotros somos los malos de la película... solo sabemos de acusar porque ellos son los buenitos que tratan las cosas con manito de seda... ¿será que nos falla la vista? Me parece que urgente voy a hacer una ida al oculista a los efectos de ver si lo que veo son meras ilusiones ópticas.
Miren, hace unos días envié a mi hermana melliza, a Maribel a hacer una metida de narices por ALL, dado que ellos dicen no discriminar ramales ni clientes, entonces dije que a esta clienta no la van a despreciar para nada. La cuestión es que Maribel se corrió hasta Junín con el cuento de adquirir los servicios para llevar tres vagones con mercancías hasta el tope rumbo a Mendoza. Para su sorpresa, salió disparada dado que por suerte le salieron con la excusa de que sí le llevaban la carga pero que ella debía ir de viaje junto con la carga, a los efectos de que escayate alguna de esa importadas GT-26... Alarmada me dijo ¡antes que laburar con esos monos me apotro aquí! Y se empacó... Sí que pa´ empacar es rápida! Pero la actitud de empacarse es la única solución porque confiar en ALL es encomendarse a otros demonios personificados... claro, lo que los monos nunca le aclararon fue la rentabilidad del traslado con el riesgo de quedar plantificados a medio camino porque es una especialidad gratuita de la casa... Por ahora, Maribel está aquí: quietita.
Pero sigamos amando, o, alabando, si gustan llamarlo así, a ALL. Ellos dicen que el abandono ya venía desde la era que por suerte Colón descubrió América y meter un tren ahí era como meterse en un abismo... sin salida, claro. Yo descubrí una serie de callejones que parecen tener conexiones en los mapas argentos pero en la realidad... parecen olvidados pero no se olvidan, según los monos, cuando la demanda – cuentito corporativo de toda compañía – lo justifica, vamos por ellos también! Lo que no hacemos por ellos es darles una seguridad – no es nada, total, la seguridad vías afuera es in-seguridad – y nuestros amigos de lo ajeno vienen por lo que queda... ahora, me asaltan unas dudas: cuando hablan de obras de arte ¿a cuáles se refieren? ¿artistas de renombre? Y el desmantelamiento ya todos lo sabemos, lo mamamos desde la cuna.
Si hay obsecuencia que no se note, venga esta. Primero salimos criticando a diestra y siniestra que son el desastre patente y después... bueno, es que entre políticos, como escribió Jorge Saborido, el Estado Nacional parece estar reducido a una suerte de un mísero grupito de políticos que hacen lo que se les antoja la regalada gana a espaldas de todos y a sabiendas de todas las falencias a la vista de quien quiera llevarlas de recuerdo en una postal, que estos monos se prendan a hacer un poco de “compañía”, ya huele mal... bah, lo malo es que la “compañía” es aparente, porque todos sabemos que el significado conceptual, en el fondo, es inverso. Claro, el salvavidas de los monos es que invirtiendo en vías y material rodante, bajaron el índice de descarrilos en una forma impresionante... ¿o será que bajaron el índice de descarrilos de la misma forma que Arslanian baja el de inseguridad en la PBA?
Pero no termina todo aquí. Hablando de sabotajes – escritos, verbales, materiales, en fin... -, los monos sostienen a brazo partido que las vías y los vehículos no son los causales de los descarrilos... bueno, pero las locomotoras cuando caen al hospital, parece ser que... que... que lo externo lo provoca. Eso sí, ni cortos ni perezosos se fueron a la justicia para que eche mano en todo esto. Aunque, entre no saber si creer en el personal de conducción y los monos, me parece que voy a creerle a mi melliza Maribel cuando dijo “la culpa de todo es del Oso Arturo”.
Mientras los monos nos sigan vendiendo el cuento de la dilatación de rieles y su rotura por el frío desde años luz, desgraciadamente, no hay nada que hacer: la culpa de todo la tiene el Oso Arturo. Ahora: hipotéticamente todos sabemos el desastre que son esta gente, entonces... ¿qué esperamos para rajarlos de una buena vez? creo que algunos no esperaran demasiado tiempo, lo harán tan pronto como puedan... casi... casi... casi como la frase “¿Qué están esperando para crucificar a todos estos?!”, quiero pensar que los de ALL están esperando que los crucifiquen... bueno, los monos andan buscando eso de parte de la gente común y ordinaria (Y de la nuestra también....), en tanto que, en visto y considerando, andan lambiendo las medias al Estado Nacional (recuerden la definición!!!!) con otro cuento, peor e idéntico que el de FEPSA, pero qué lástima que no se puedan hacer radiografías mentales... lamentable, nos quejamos que son un desastre ¡pero están a punto de volver a firmar otro contrato más! No me vengan después diciéndome cuántos verdes se echaron a sus bolsillos, me amargo y mis chiches terminan descalabrados... ¿ven? Después de todo esto no digan que en estas tierras los agreden y los discriminan, todavía agradezcan que hay políticos generosos!!!
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