Nota: Tomado de un hecho real, transformado a la fantasía.
2ª Parte
Mientras Doris seguía riéndose, Chascomús le pide el teléfono a Karpik “Esa maldita hay que volverla a sus cauces” dice ufanada.
“A ver si terminamos de hacernos los giles y vemos cuando podemos enviar un auxilio a Mar del Plata que la cosa está pésimo” – dice Chascomús a Doris y la pone en su lugar.
“Sí Chascomús... no te enojes, ya lo llamo” – dice Doris y llama a Altamirano.
Por el teléfono, Chascomús, Vidal, Karpik y Mansilla escuchan lo que sucede en 4.
“Altamirano” – grita Doris.
“¿Qué sucede Doris?” – pregunta Altamirano.
“Hay que llevar una grua a Mar del Plata porque la cosa está que arde” – le dice Doris.
Justo en ese momento aparece por 4 Maribel. Altamirano le dice “Maribel, tienes que ir de paseo”.
“Recién vine del paseo con La Chabona” – le contesta Maribel.
“No, pero ahora tienes que ser chofer de ambulancias” – le dice Altamirano.
Entre las idas y vueltas de 4, Mansilla le gritó a sus hermanas de 4 “¿Van a venir o no?”
“¡Ya vamos Mansilla!”- le grita Altamirano.
“Pasa que en Mar del Plata hay un serio problema, es con Bragado” – le dice Altamirano a Maribel.
“¿Qué es lo que sucedió?” – pregunta Maribel.
“No tengo ni idea” – le dice Altamirano.
“Me voy, después te cuento” – le dice Maribel y sale rumbo a Mar del Plata con la grúa. “Menéndez” – llama Altamirano.
“¿Qué sucede?” – pregunta Menéndez calmada.
“Ya salió Maribel con la grúa, tengan paciencia” – les pide Altamirano.
“De acuerdo, gracias. Pero otra cosa: vé qué es lo que pasa en Escalda, porque Fer nos sacó a las patadas” – le pide Mansilla.
“Esa está ahí porque necesita tratamiento psiquiátrico” – le responde Doris.
Maribel va en camino a Mar del Plata y llama. “Hola” – dice Vidal.
“Vidal, estoy yendo en camino” – le dice Maribel.
“¿Por dónde vas?” – le pregunta Vidal.
“Estoy por Chascomús, voy tan rápido como puedo. ¿Qué sucedió?” – pregunta Maribel.
“Bragado está descarrilada y tendida en el suelo, es compleja la cosa ¿Te viniste con todo?” – quiere saber Vidal.
“Mira, traje grúa, y otras porquerías más, cuanto más llama a una máquina de vialidad, que se yo” – le dice Maribel.
“Después por ahí llamo” – le dice Vidal.
“Te llamo cuando esté por Maipú” – le contesta Maribel y corta.
Y ahora lo que les queda es esperar. Las horas pasan y reciben una nueva llamada de Maribel, que les dice “Chicas, prepárense que estoy en Cammet, ya voy a llegar”.
“¿Qué quieres que tengamos a mano?” – pregunta Mansilla.
“Rieles, durmientes, clavos, palas... mmm... martillos... cables de acero y despejen el lugar” – les dice Maribel.
“De acuerdo Maribel, nos vemos” – le dice Mansilla.
Karpik le dice a Bragado “Despierta, despierta”.
“Aaaayyy! ¿Qué va a pasar ahora?” – pregunta Bragado desde el suelo.
“Ya llega Maribel para auxiliarte” – le dice Chascomús.
“¿Y qué tengo que hacer yo?” – pregunta Bragado.
“Quedarte quieta mientras vamos por los implementos” – le dice Karpik – “No hagas nada!”
“Nada via´ hacer si no puedo hacer nada desde el suelo” – murmura Bragado.
Después de movimientos, Karpik, Mansilla, Vidal y Chascomús llegaron con las cosas.
“Ahí viene Maribel” – le dice Chascomús a Bragado mientras la ven llegar.
Cuando Maribel llega y ve a Bragado en el suelo, se le da por hacer una broma “No me digas que te tiró al suelo un temporal”.
“Nooo...” – dice Bragado.
“Yo te explico – empieza a relatar Mansilla – resulta que estábamos bajo una planta durmiendo la siesta y ella tuvo que ir a hacer maniobras con un tren. Resulta que cuando la devolvieron se olvidaron de que el lugar dónde la estacionaron tenía una leve pendiente y entonces ella empezó a desplazarse... despacio tomó velocidad y tomó tanta velocidad que terminó arrasando con autos y un puesto de choripanes del paso a nivel... nosotras tratamos de atajarla pero no llegamos a tiempo y entonces le pedimos a Karpik que hiciera algo y ella activó ese desvío al que le falta un riel. Ella se metió en ese desvío y al venir a toda velocidad, descarriló y volcó”.
“Ah, entiendo” – dice Maribel.
Entre ellas empezaron a deliberar cómo iban a empezar la operación.
“Empecemos por armar una base sólida para apoyarla” – sugiere Mansilla.
“Pero tenemos un problema: levantarla” – dice Maribel.
“Ya sé: un extremo, el otro del otro lado y listo” – dice Vidal.
“¿Y las cuerdas de acero para qué son?” – pregunta Karpik.
“Las cuerdas de acero... Ya sé: una de un lado y la otra del otro atamos los extremos delantero y trasero aunque eso va a demandar un poco de fuerza” – dice Maribel.
“Manos a la obra” – dice Chascomús.
Maribel estaciona la grua en la vía contigua, en tanto que Mansilla se coloca en la vía del desvío en el sector trasero y Karpik en la parte delantera.
Chascomús ata las cuerdas de acero de la grua al bastidor en tanto que Mansilla y Karpik hacen lo mismo en sus lados respectivos.
“¿Listas?” – pregunta Maribel.
“Sí” – contestan todas.
“Chascomús: tira del techo cuando te lo diga” – le dice Maribel.
“De acuerdo” – le dice Chascomús.
“Vamos...” – ordena Maribel.
Todas empiezan a tirar de sus lados correspondientes pero muy despacito. Cuando entre todas consiguen levantarla de la pendiente del terraplén donde había quedado caída, tratan de apoyar una parte de sus ruedas en terreno llano para ponerla en pie “Vamos Chascomús, ahora” – le dice Maribel.
“Sí...” – dice Chascomús entre diente mientras tira para ponerla en pie.
Bragado entre tanto dice “Que lindo que fue el día de hoy...”.
“Sigan así” – dice Mansilla.
“Un poco más y ya está” – dice Karpik.
Maribel ordena que quede parada pero no en la vía “Ahí, sujeten bien fuerte a Bragado para evitar un vuelco”. Amarran a Bragado a las estacas colocadas en la vía porque la noche estaba muy avanzada.
Bragado quedó en el lugar mientras ellas fueron a dormir a unos desvíos inundados de pastizales. En el medio de la noche Pico, pasó por el lugar y ve a Bragado atada, le dice “¿Qué haces ahí?”.
Bragado le dice “¿Quieres hacer una obra de bien? Ayuda mañana así puedo regresar a los rieles”.
“No entiendo... en fin” – dice Pico.
“Estuve volcada y ahora por lo menos espero quitarme de encima estas cuerdas” – dice Bragado.
“Entonces... llegué en el mejor momento” – le dice Pico.
“¿Por qué no vas a ver a mis hermanas que me han dejado acá con la grúa” – le dice Bragado.
“Que pases excelente la noche Bragado” – le dice Pico y se va.
Pico se pasea por la playa y llega hasta los desvíos inundados de yuyos “Buenas... linda noche ¿no?” – empieza Pico.
“Maribel dormida le pregunta a Chascomús “¿Quién está osando a estas horas de la noche?”.
Chascomús despierta para ver quién es “Pico... ¿qué haces?”.
Pico les dice “Paseando”.
Maribel se despereza y le dice “Que bien... tienes suerte, nosotras tenemos trabajo ¿Deseas algo?”.
“No, nada, solo conversar” – le dice Pico.
“Yo te voy a ofrecer algo” – le dice Chascomús.
“¿Qué Chascomús?” – pregunta Pico.
“¡No molestes y dormí Pico!” – se despierta un poco enojada Mansilla.
“Dale Pico que la cosa se pone fiera” – le dice Maribel.
“Está bien, voy a dormir si no tengo sueño” – les dice Pico.
Karpik se despierta y le dice “Yo te voy a hacer conciliar el sueño”.
“Ay vos y tu vieja teoría, no me hagas reír” – le dice irónicamente Pico.
“Cómo molesta ésta!!! Cómo si no tuviéramos nada para hacer” – dice Vidal dormida.
“Tranquilas chicas: Pico va a conciliar el sueño muy rápido” – dice Karpik.
“Le harás contar ovejas...” – se apura a contestar Vidal.
“No, ¿para qué creen que sirve la masilla?” – les dice Karpik.
“¡Para tapar baches!” – responde prontamente Pico.
“Grande Pico, te felicito, vení que te voy a maquillar” – le dice Karpik y se acerca a ella.
“¿Maquillaje? ¡Estás del tomate Karpik!” – dice Pico.
“No Pico, estoy re cuerda” – le dice Karpik.
Por detrás, Mansilla le pregunta a Maribel “¿Qué hará Karpik ahora?”.
“Creo que está por masillarle las luces” – le responde Maribel.
“Y... ¿cómo se la quitará después?” – pregunta Mansilla.
“Quiero pensar que con combustible” – le responde Maribel.
Mientras Pico queda cara a cara con Karpik, ésta le dice “Vas a quedar buena Pico” dice y le aplica masilla en las luces.
“¿Me dejarás ciega loca?” – pregunta medio exaltada Pico.
“Mañana te quito la venda” – le dice Karpik.
Pico se dio cuenta que se trataba de que tenía que dormir a la fuerza. Karpik le dice a las demás “Ahora sí podremos dormir en paz”.
Pudieron dormir en paz hasta que el día despuntó. Cuando despertaron, Karpik tomó un trapo con combustible y se lo aplicó a las luces de Pico “¿Viste Pico? Soy tan turra...” le dice.
“Qué alegría poder mirar de vuelta...” – dice Pico.
Una vez que se acomodaron, regresaron al lugar pero no lo pudo hacer Mansilla, pues se metió en un lugar donde los rieles estaban tan tapados de yuyos que no pudo salir, pide auxilio “Chicas... sáquenme de acá”.
Vidal mira a Maribel y le dice “Dame la cuerda de acero”.
Entonces Vidal le tira la cuerda para que se amarre de ella “Nosotras vamos a tirar” y empezó a tirar para sacarla del lugar. Tras un rato logró salir “Gracias... pensé que tenía que quedarme ahí” – dijo Mansilla.
Entonces todas pudieron regresar al lugar, pero quien no tenía rol de trabajo era Pico.
“Bien, ahora vamos a encarrilar a Bragado. Como se había procedido anteriormente, vamos a hacer lo mismo” – dice Maribel.
“¿Y yo?” – pregunta Pico.
“¿Vos?... – piensa Maribel y después le dice – Vos quedate cerca que cuando te demos la orden, la llevas al galpón”.
“De acuerdo” – contesta Pico.
Pico quedó a un lado y ellas comenzaron la tarea de regresar a Bragado a la vía. Dicha tarea les llevó varias horas, porque a ninguna le fue fácil poder manejar una grúa y hacer fuerza para poder encarrilarla.
“Listo para colocar en los rieles” – dice Maribel.
“Vamos” – dice Chascomús.
Con movimientos lentísimos Bragado fue colocada en la vía.
“¡Misión cumplida!” – dicen todas.
“Felicitaciones” – dice Pico y todas empiezan a festejar.
“Ahora hay que despejar la vía” – pide Karpik.
Chascomús despeja la vía e ingresa Pico para remolcar a Bragado.
“Despacito Pico” – le pide Mansilla.
Pico frena sobre encima de los paragolpes. Mansilla le dice “Un poquito... un poquito... ahí! ¡Ya está!”.
Pico engancha a Bragado y sale de remolque rumbo a la otra vía, donde enganchó a sus hermanas y la grúa para ir al taller.
Cuando llegaron al taller, cada cual se desprendió: Bragado fue llevada a un tren de pasajeros que salió en el día rumbo a Plaza Constitución para luego ser llevada a Maldonado a revisiones técnicas, Maribel se quedaba por el día para retornar a Kilo 4 al día siguiente y las demás retornarían despacio cada cual en diversos servicios, excepto Mansilla que quedó en Mar del Plata para operaciones en el lugar.