Hoy apareció a todo título, en el periódico platense “El servicio de trenes suma quejas de usuarios y multas”. Es que... bueno, es que lo que los trenes están restando es desconfianza de los usuarios a las promesas de control y mejoras de viajes, en tanto que eso lo contrarresta con el aumento deliberado del descontrol de los organismos que se dicen defendernos, por eso es que por más que la Lita de Lázzari pegue cuatro o cinco alaridos, son alaridos, y no contar los aullidos de la CNRT cuando organizan las escenas de controles tan truchas que parecen más de las típicas mentiras tan grandes como los techos de las casas.
Viniendo de la Verde Metropoligarcha, acumular 500 mil mangos en multas es la acción más natural del mundo, claro, si hay que largar que la CNRT fue la policía que la sancionó, pero como siempre, en vez de aprender, se sigue el mismo baile de siempre: pago y santas pascuas. Lo que pasa es que la Verde cree que el asunto de los controles es muy riguroso, excesivo y, hasta cualquier día, nos van a hacer creer que somos muy exigentes. Que nos salgan con esa no es nada, porque acá en éste país llamado Argentina, todo es válido para todo.
Pero veamos el rigor excesivo según la Verde, que lamento decirles que a diario garcha a todos sin ton ni son, desde el primero hasta el último. Es que ellos tienen la creencia del rigor y el poco detallismo. Oh! Coincidencia de las cosas, pues ¡vaya cosa que jamás digan en el info el lugar, fecha y hora! Así es posible truchar medio pilar de cosas, si vamos más allá, nos truchamos a nosotros mismos! En fin, es que ellos buscan atajarse diciendo que durante las 4 horas que los vagones duermen en Escalada es tiempo suficiente para hacerle todo lo que se requiere, desde limpiar la primer mugrecita hasta las más grosas, desde el vidrio más roto hasta la tajeadura más ínfima, lo único que lamento decirles que no tienen remedio alguno es para cuando aterrizan las formaciones grafiteadas!
Pasemos al asunto de la roña. Lo que pasa es que según la Verde, un papelito es multa para la CNRT, entonces, les aconsejo que decididamente den una vuelta un día domingo, ahí la mugre ya no es mugre simplemente, ya es el basurero del CEAMSE instalado en los salones, entonces, es de creer cuando el pasajero en vez de pagar un pasaje para viajar él, este pagando un boleto para él y toda la roña que le hace compañía hasta destino. Pero sigamos con el tema de la basura. Lamento decir que los paisanos que hacen uso del tren, tampoco son muy aseados que digamos, más allá de los cuentos de la Verde de que la basura va en los cestos. ¿Para qué el cesto si es más fácil dejar la basura ahí nomás? Entonces sí es creíble que la basura camine, no es que me digan ¿tiene patitas? No, la basura no tiene patitas, es que los pasajeros la hacen caminar ¡Y cómo! Siguiendo con el asunto de la basura, hay que reconocer que la gente es mugrienta y no hay vueltas en esto, lamentablemente. Y ni hablemos de los olores, sobre todo cuando en verano están fermentados... Continuando el mismo tema, acá sí hay que decir que hablemos de que la Verde es directamente “Ratón”: es que creen que con unos tres tipos nomás ya puede controlar todo lo que es la limpieza, obviamente que cuando está en una punta, en la otra ya tiene la mugre de vuelta, pero me queda por saber algo ¿qué es la limpieza de emergencia? La verdad, es un concepto nuevo para nosotros, así que si alguno puede, que tire un cabo.
Echemos una mirada al vandalismo. Me recuerda a la teoría de Bragado cuando hizo la “Teoría de los Usuarios de Trenes”, ella habló así “Vándalos en el Sarmiento, Malandras en el San Martín y en el Roca y Belgrano Sur directamente son Sabandijas”. Así que hablemos directamente de sabandijas. Trinchetear asientos parece la acción más normal del mundo, pero no sé hasta cuándo irán a cortajear asientos, si los de ahora la mayoría son asientos de chapa, así se te hela el tuje en invierno y se te recalienta en verano, a lo sumo los rayarán!!! Salvo que algún rayado diga que los rayones de las chapas son cortes de cuerina...
Hagamos una parada. Exceptuando el hall central de Plaza, que luce bonito después de todas las reformas, lo restante es para caminarlo con los ojos cerrados. Si vamos a hablar de la basura reinante, urgente llamen a varias dotaciones para hacer limpieza, pues no solo los papelitos dan vueltas por el suelo, sino las vías están plagadas de ellos, y contabilicemos también las propagandas de todo tipo y calibre... si a eso le sumamos que algunas parecen salidas de cuentos de terror porque ignoran qué es que le pasen una cortadora de pastos pero esperen, eso lo podemos seguir engrosando que en muchas, las plantas acaparan todos los espacios físicos!!!! Bueno, es que la madre naturaleza no tiene la culpa, se hace espacio como puede. Volviendo... si echamos una mirada por la infraestructura, lucen como pueden, hay de todos tipos ruinosos pero lucir brillantes... eso sí brilla por la ausencia, pues los vidrios rotos es común, las maderas descascaradas sigue la lista, los ladrillos descuidados... los techos con bujeros de todos tamaños y los pisos impresentables...
De las estaciones voy a hacer un párrafo aparte. Señor pasajero, si usted tiene necesidad de ir al baño y está justo en la estación, cuando se aproxime a la puerta, párese un cacho. Si su necesidad es imperiosa, haga un poco de tripas y corazón y arriesguese a evacuar todo aquello que le impedía seguir con su normal tránsito por la vida. Ahora, si su necesidad le da tiempo a llegar hasta un lugar mejor, le recomiendo que pegue la media vuelta y vaya a otra parte a descargar... en cualquier parte, menos en la estación. ¿Saben por qué hago hincapié en esto? Porque lamento decir que los baños de las estaciones brillan por la presencia masiva de la mugre, el descuido ciento por ciento y olores de todos tipos y especies... Por eso les digo mis queridos usuarios, cuando estén por pisar el baño de una estación, recuerden el cuentito del “Olor a meo y soruyos”, aunque los tufos pestilentos se los van a recordar a los metros, la próxima será a kilómetros a la redonda!
Mientras tanto la Verde siga llenándose la boca hablando del “Exceso de rigor”, por mi lado sugiero echar una mirada para ver no al Pingüino con aquella frase “Tenemos hierros muy viejos”, vaya novedad, sino a ver qué hacen aquellos que se dicen defendernos a capa y espada. Y como que sigamos así, el final a esta pesadilla no lo veremos jamás.
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