Lomas de Zamora se puso canchera desde que aterrizó por La Plata y Vía Circuito: desde el tipo de gente hasta el vocabulario. Pero a esta altura de las circunstancias no se hace mala sangre, se la toma con humor “Lo mejor es vivir en una nube de pedos, para no hacerse mala sangre” –le dijo en alguna oportunidad Peperina a Lomas, luego de las primeras impresiones.
Madariaga la vió pasar no hace tantos días, pero le murmuró a Altamirano por lo bajo “¿Acá vino a parar?”.
“Y sí, cosas que ellos mismos entienden” – le responde Altamirano.
“¿Y Montoto?” – pregunta Madariaga.
“Se borró del mapa hace tiempo y espacio” – dice Sevigné.
“Oíme Madariaga: ¿donde cuerno andas vos que siempre llegas tarde a las noticias?” – pregunta Junín.
“¡Obviamente que no tomando sol!” – le responde Madariaga a Junín como diciéndole “A mí no me vas a pasar por encima”.
En esa pasa Lomas y las saluda.
“Oígan, Lomas las saludó y ustedes ni pelota” – se ufana Cuenca.
“Pero si nos saluda cien mil veces al día” – dice Altamirano.
“Che, la verdad que encuentro muy feas las nuevas ventanillas que puso Metropolitano en su reemplazo de las anteriores” – comenta Pico.
“Oigan: Iglesias ¿sigue preso o salió?” –pregunta Melisa.
“No sé, no tengo ni idea” –responde Dalceggio- “Solo sé que hace un tiempito estoy acá descajetada”.
“¡Ja ja!” - se ríe Carolina.
“Karito, entiéndase descajetada como que hace un tiempo largo que la tendrían que haber arreglado” –le aclara Cuenca
“Ya sé, tengo compañeras mías en el mismo estado que tú” – dice a modo de consuelo Carolina.
“Volviendo... Montoto se borró del mapa de Metropolitano, ¿qué hace ahora?” – pregunta Madariaga.
“Meh... Montoto se borró del mapa pero hasta ahí nomás” – le responde Pico.
“¿¡No!? ¡Diganme que me están haciéndo una broma!” – dice un poco alterada Melisa.
“Meli, no es broma, es en serio –dice Sevigne- Montoto sigue dando vueltas”.
“Seamos gráficas: Montoto garpa” – dijo sin anestesia Dalceggio.
“Ah bueno... vamos por buen camino” – dice Melisa.
“¿Y Fernandito?” –pregunta Madariaga.
“Eeeeehhhh.... Mmmmm... Fernandito ¿no? Bien gracias” –responde Cuenca.
“Oigan: ¿no se dieron cuenta de que en el ambiente férreo tenemos un zoo?” –dice Dalceggio.
“Nosotras ya somos un zoo” –dice Sierra de la Ventana luego de haber oído la frase anterior.
“¿Cómo eso de Zoo?” –pregunta Carolina.
“Lo de zoo es porque aquí somos un parque motorizado diezmado” –responde Altamirano.
“Yo pensé que lo de zoo iba dirigido a los de dos patas” –aclara Carolina.
“Bue, de eso tenemos para tirar manteca al techo” –dice Sierra de la Ventana.
“Pero expliquen eso de zoo” –pide Melisa.
“Bueno Melulu, empecemos por el Zoo Motorizado” –dice Cuenca.
“¿Por cuál empresa empezamos?” –pregunta Sevigne.
“La nuestra, tenemos para que tengamos, guardemos y archivemos” –dice Pico.
“Bueno, quien quiera ver una lista de todas las que damos vueltas por aquí, la mitad más uno están tiradas hechas chatarra por ahí, vienen los chicos de lo ajeno y chau locomotora ¿vieron?” – describe Dalceggio.
“Pero los chicos de lo ajeno se llevan las piezas y o las venden o vaya uno a saber qué hacen con ellas, luego al tiempo encontramos la cáscara que la recubre por fuera” –agrega Sevigne.
“Ah, diferencia: acá no nos enteramos quienes son los ladrones, con Yoly supimos quien fue el pulpo que vino por ella” –agrega Pico.
“Pasemos a Metropolitano. Me dijo un pajarito que llegaron las U10 o algo por el estilo” – dice Cuenca.
“Ni digan que clase de porquería es eso” – dice Madariaga.
“Cuenca, lo de las U10 lo dijo Peperina, solo espero que nos chiflen lo del engendro mutante” –dice Sierra de la Ventana.
Pasó Lomas y nuevamente las saludó. Pero ellas no le dieron ni cinco de pelota.
“Ésta Lomas por cada vez que pasa por delante de este mugroso galpón nos saluda, pueda ser que algún día no le suene más la bocina” – se enoja Junín.
“¡Junín! ¡Sos la mar de las insoportables! ¡A tí no hay uno que te venga bien!” – le contesta enojada Sevigne.
“¡Mirá vieja –se altera Sierra de la Ventana- lárgate de acá porque en cada café que estás tú, siempre agredes a los demás, déjate de romper las bolas!”.
A Junín no le quedó otra que salir cantando por lo bajito “Adios muchachos”.
“Bueno, ya la echamos a Junín, nos sacamos un clavo de encima. Ahora sí podemos seguir nuestro café” –dice calmada Sevigne.
En eso justo llega Lomas.
“¿Qué pasó con Junín que está afuera cantando “Adios muchachos”?” –pregunta Lomas.
“Ay Lomas, pasa que Junín no hay una vez que no diga de las suyas. No sé cómo hizo para no decir de las suyas a Melulu y a Karito” –le responde Dalceggio.
“Bueno, ahora sí, volvamos a lo que estábamos” –sugiere Carolina.
“Pero... ¿en qué estábamos?” –dice perdida Melisa.
“En el zoo motorizado” –trata de recordar Pico.
“Lo último que comentábamos era lo de las U10” –dice Altamirano.
“Hablando de las U10, les puedo asegurar que su formato es asqueroso, lo sé porque las ví a varios metros de distancia” –dice Lomas.
“Las U10 se parecen más a locomotoras yankis” –dice Carolina.
“¿¡Yanquis!?” –dice Sierra de la Ventana.
“Sí, dije eso” –le responde Carolina.
“Carajo, yo las ví, que son bastante feas, es cierto, pero no de yankis, eso está lejos de ser” –dice Altamirano.
“Aclárese: la parte del capot corto” –agrega Pico.
“Con eso ya está todo dicho” –termina de decir Lomas.
“¿Por qué no pasamos al zoo de Ferrovías?” – sugiere Madariaga.
“Ferrovías no tiene ningún zoo, al contrario, ellos son el ejemplo de lo que todos los demás debieran hacer” –dice Melisa.
“Tampoco lo tiene Metrovías, pero hasta ahí no más. Basta con ver el cementerio de coches de subte que es Lynch, tiene un pequeñito zoo” –continua diciendo Carolina.
“¿Nos queda algo?” –pregunta Cuenca.
“No” –le responde Altamirano.
“Sí, queda uno: TBA” –aclara Pico.
“Aaaahhhh!, TBA, el pulpo...” –dice con risa Lomas.
“¡Ja, ja, ja!!!” –se ríen todas.
“TBA tiene una tanda de GT que hace tiempo y espacio están tiradas en Liniers y que hace rato NCA les hizo ojo a ellas” –dice Dalceggio.
“Apuesto a que a largo plazo se las va a quedar” –agrega Cuenca.
“Se cae de maduro Cuenca, más que obvio” –responde Pico.
“Haciendo la excepción de una” –acota Sierra de la Ventana.
“¿Cuál?” –pregunta Melisa.
“La 9039 Meli” –le responde Carolina.
“Melisa, esa que armaron con piezas de Yoly, de la noche a la mañana salió de estar radiada a funcar de vuelta” –le contesta Sierra de la Ventana.
“¿Viste Meli que sapo nos hicieron masticar?” –acota Altamirano.
“Y más de una pensaron en digerirlo rápido así no le sentíamos el gusto ¿no?” –dice Madariaga.
“Y... sí. No quedó otra” –contesta resignada Carolina.
“¿Saben que pasa?: esa es la muestra de cuantas veces a uno lo toman por boludo” –dice Sevigne.
“Bueno chicas, esto es tragicómico. Menos mal que la tomamos a gracia...” –dice Lomas.
“Oigan: ¿qué hacemos con Junín?” –pregunta Madariaga.
“Después de todo canta muy bien tango, es para lo único que puede servir” –le responde Sierra de la Ventana.
“¡Qué siga cantando afuera!” –dijeron entre todas.
Lomas se fue, Madariaga partió junto con Cuenca a Retiro, Dalceggio quedó bien gracias en Kilo 4. Junín quedó cantando tango bajo la lluvia afuera de los galpones de Ferrobaires. Melisa y Carolina hicieron noche en Kilo 4.
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