Café Ferroviario II: Comentario editorial ‘09

Bienvenidos a este 2009, donde lo primero que se nos viene a la cabeza es todo lo que sucedió en el 2008 y en vistas de lo que va del 2009, pareciera que a lo que asistimos en este país es la sobarle las pelotas a los políticos.

¿Alguien recuerda con qué debutamos el 2008? Con un aumento de tarifas. ¿Alguien recuerda cómo era el servicio? Como el orto. ¿Alguien sabe que algo haya mejorado? La cosa siguió tal cual. Y por ahí se fue más para atrás. Mientras, estaba la Cristina fumandose varios trenes balas.

Doce meses después, ¿saben con la que nos vamos a desayunar? Un nuevo aumento de tarifas. ¿Por qué carajo los argentinos nos hemos de adaptar al maltrato y al despojo del servicio ferroviario? ¿Por qué cornos hemos de alimentar a un puñado de inútiles incapaces de servir al pasajero y al productor local? ¿Qué hemos hecho nosotros para merecer semejante castigo? Tal vez esto se explique de la siguiente manera: depositar un papel tipo diario en una urna para que se hagan con el mandato una manga de ineptos que tienen más expedientes en la justicia que llenan los baños del depósito de Haedo y Castelar juntos.

Otro suceso rementado fue el humo en el Delta y el Gran Capitán al paso bien firme entre las llamas. Al menos ahí salió airoso.

De algo que no se puede pasar por alto fue lo sucedido en Dolores. Una prueba para decir que es una vieja historia que se repite y nadie parece tomar conciencia.

Otros hechos destacados, como los incidentes en Merlo y la quema de vagones ¿Y cuántas veces más quemamos vagones?

Otro muy destacado fue la construcción del pedraplen para aliviar el paso de los trenes por la vía principal del San Martín camino a Mendoza, en solo 20 minutitos. Casi nada.

Después vinieron las estaciones del subte y algo del cual desde este humilde espacio literario nos alegramos: el tren bala frenó. Por suerte y para la suerte de todos. ¿Con qué necesidad debíamos endeudarnos por 30 pirulos?

Por último, es bueno dar gracias a todos los que esperan estas líneas para leer. A quienes las publican de corazón.

Solo me resta decir que tengamos un 2009 mejor, que sumemos más pasajeros, volvamos a los trenes de larga distancia y, por sobre todas las cosas, dejemos de hacer las cosas políticamente incorrectas.