Hete aquí que ví un nuevo día amanecer,
Pero de especiales connotaciones,
La estación y su inventario lucen impecables
Estáticos ante el final.
Cuando empecé ese día me parecía lejano,
Pero poquito a poquito, la brecha se acortó
La distancia fue cada vez menor,
Y la lejana jubilación, era un comentario.
Tantos años al servicio de los rieles
Si mal me equivoco, creo que fueron como 30,
Una cosa fue desear las vacaciones
Y otra diferente la jubilación.
En mis años he vivido de todo,
Accidentes de tren, historias de empleados, traslados,
A tantos pueblos he servido como jefe de estación
Hasta que vine acá, a Saldungaray.
Y en Saldungaray me quedé pa´ siempre
Dejando atrás mi Córdoba natal
Ahora de jubilado cuido la estación
Habiendo dejado en ella, todo de mí.
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